La moción crea la figura de la "zona de conservación natural", como una forma de proteger el patrimonio ecológico de los enclaves urbanos, a través de los instrumentos de planificación territorial comunales y el establecimiento de zonas mediante instancias de participación y consulta.
Un proyecto de ley que busca proteger las zonas que tienen interés natural en las ciudades, tales como humedales y parques, ingresó a trámite legislativo el diputado Bernardo Berger (RN) el pasado 15 de septiembre, con la adhesión de sus colegas de partido Jorge Rathgeb, Leopoldo Pérez y Germán Verdugo y de los diputados DC Sergio Ojeda; UDI David Sandoval; e independiente Iván Fuentes.
En lo sustancial, la propuesta legal modifica la Ley General de Urbanismo y Construcciones en cuanto al Plan Regulador Comunal, para permitir a los gobiernos comunales establecer zonas de protección y/o conservación natural.
El proyecto de ley crea para ello la figura de las “zona de conservación natural”, como una forma de proteger el patrimonio ecológico de los enclaves urbanos, a través de los instrumentos de planificación territorial comunales y el establecimiento de zonas mediante instancias de participación y consulta.
Según informó el diputado Berger, para la elaboración de la iniciativa se recogió la experiencia de las comunas de la Región de los Ríos, donde colaboraron profesionales del área de planificación urbana y juristas de municipalidades de la zona.
"Resulta insólito que siendo un tema ampliamente debatido y reconocido a nivel internacional, hoy día, en Chile, no contemos con una normativa legal que faculte a los municipios proteger o velar para que el desarrollo urbanístico de las ciudades, en conjunto con la ampliación de los asentamientos humanos, vaya en armonía con estos espacios", sostuvo Berger.
Explicó que esta situación se da porque acuerdos internacionales, como el Tratado Rámsar de la década de los 80, solo protege a ciertos humedales individualizados, como por ejemplo el correspondiente al Río Cruces. Además, acotó, su carácter internacional no ahonda en la integración de los ecosistemas con el entorno urbano, que es el actual problema que presenta la convivencia con ellos en las ciudades.
"El desarrollo sustentable de los asentamientos humanos urbanos tiene que basarse en la conservación y respeto de los distintos factores, entre los cuales puede destacarse el paisaje, la flora, fauna, recursos hídricos y los fines recreativos que, en su conjunto, harán socialmente aceptable el desarrollo urbano", indicó el parlamentario.
Comunicó que la normativa planteada operaría en coordinación con otras entidades públicas, entre los cuales destacan la autorización del Ministerio de Vivienda y Urbanismo y consulta al Consejo de Monumentos Nacionales, cuyas especificaciones o requisitos técnicos deben ser resueltos por cada municipalidad en los seccionales de los planes reguladores comunales.
CÁMARA DEDIPUTADAS Y DIPUTADOS