La resolución plantea que el acercamiento a una disciplina artística, como una experiencia guiada, puede resultar sanador, rehabilitador y puede provocar un giro, una apertura y un desahogo tal para el menor, que su relación con el mundo circundante puede experimentar una variación ostensible.
Por la unanimidad de 94 votos a favor, la Sala de la Cámara de Diputados aprobó, el pasado 18 de enero, la resolución 790, por medio de la cual se llama al Ejecutivo a crear e implementar programas permanentes de formación y educación artística para los niños y jóvenes vulnerados en sus derechos que estén bajo protección del Servicio Nacional de Menores (Sename).
Además, se pide aplicar este beneficio a los adolescentes infractores de la ley penal, imputados y/o condenados, conforme a la Ley 20.084, de responsabilidad penal juvenil.
La resolución fue presentada a la Sala el pasado martes 10 de enero por los diputados independientes Roberto Poblete y Pepe Auth; RN Jorge Rathgeb; IC Sergio Aguiló; PS Raúl Saldívar, Marcelo Schilling, Luis Rocafull y Maya Fernández; y PC Camila Vallejo.
Para los legisladores, es importante que estos menores y adolescentes puedan adquirir destrezas, habilidades, talentos y pericias, dentro de las cuales pueden estar consideradas las disciplinas artísticas.
"Actualmente, no hay en Chile una preocupación sistemática por parte del Estado de la formación artística en la etapa escolar, menos, ciertamente, a favor de aquellos menores bajo vigilancia o tutela del Sename. Y en esto, creemos que la formación y acceso a la educación artística puede ser de gran utilidad para los niños y jóvenes bajo protección del Estado y para aquellos que son infractores de la ley penal y que viven una situación de abandono y vulnerabilidad total", plantearon.
Los parlamentarios estimaron que la educación artística, mencionada en la Ley General de Educación, puede ser un impulso y acervo de herramientas insustituible y vital para jóvenes y adolescentes de extrema vulnerabilidad que se encuentran sometidos a regímenes de cumplimiento alternativo y atenuado de penas o bajo la protección del Estado.
"El acercamiento a una disciplina artística, como una experiencia guiada, puede resultar sanador, rehabilitador y puede provocar un giro, una apertura y un desahogo tal (para el menor), que su relación con el mundo circundante puede experimentar una variación ostensible", se explica en la resolución.
CÁMARA DEDIPUTADAS Y DIPUTADOS