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Publicado 14/12/2009 16:44:35

Diputados chilenos participarán en Copenhague en encuentros por cumbre de cambio climático

Una delegación que integran los diputados Roberto León (DC), Roberto Sepúlveda (RN) y Enrique Accorsi (PPD), participará en una reunión convocada por la Unión Interparlamentaria, el 16 de diciembre en Copenhague, que se enmarca en la XV Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático.

Una delegación que integran los diputados Roberto León (DC), Roberto Sepúlveda (RN) y Enrique Accorsi (PPD), participará en una reunión convocada por la Unión Interparlamentaria, el 16 de diciembre en Copenhague, que se enmarca en la XV Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático.

En el encuentro interparlamentario, que será inaugurado por el Presidente de la Unión Interparlamentaria (UIP), Theo-Ben Gurirab, se analizará un informa de avance sobre las negociaciones de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP15); los aspectos políticos de la legislación sobre el clima; y reflexiones sobre la agenda post-Copenhague.

Asimismo, los parlamentarios debatirán sobre el tema “Compartir la responsabilidad del futuro: control parlamentario de la acción gubernamental en material de cambio climático”.

Los diputados chilenos Roberto León (Presidente del grupo interparlamentario chileno de la UIP); Roberto Sepúlveda (Presidente de la Comisión de Recursos Naturales) y Enrique Accorsi (integrante de la Comisión de Recursos Naturales), integran la delegación oficial de Chile que viajará a la COP15, a realizarse entre el 15 y el 18 de diciembre.

Postura chilena

La postura del Gobierno chileno es de compromiso con la meta de frenar el calentamiento global, por lo que estima importante lograr un acuerdo en Copenhague. “En materia de mitigación, hay un cierto consenso global que indica que se deberá lograr una reducción cercana al 50% para el año 2050 a fin de alcanzar una estabilización de las emisiones de gases efecto invernadero por debajo de las 10 gigatoneladas anuales”, precisa una minuta gubernamental.

En este sentido, se llama a los países desarrollados a comprometer metas ambiciosas. “Mientras aquello no ocurra, resulta difícil comprometer a los países en desarrollo, exigiéndoles un nivel de compromiso similar. Más aún, cuando ello compromete gravemente su crecimiento económico”.

En tanto, el Gobierno estima que “los países en desarrollo también deben sumarse a los esfuerzos de mitigación a través de acciones apropiadas a nivel nacional (NAMAS), fijando una línea de base que permita medir, reportar y verificar internacionalmente (MRV) dichas acciones voluntarias. Los NAMAs, sin embargo, deben estar condicionados a la transferencia de recursos y tecnologías del mundo desarrollado bajo la modalidad MRV, aspecto fundamental para la transparencia del sistema”.

Asimismo, se estima que para impulsar un acuerdo sustantivo en Copenhague, se podrían explorar compromisos adicionales, para avanzar en dos ideas. La primera, que los países desarrollados asuman un compromiso significativo en términos de reducciones absolutas en sus niveles de emisión, y comprometan apoyo financiero y transferencia tecnológica. “Como contrapartida de ese planteamiento, podría surgir una masa crítica de países en desarrollo que se comprometan con NAMAs vinculantes y verificables, con metas intermedias que sean demostrables, tales como una mayor participación de las energías renovables en la matriz energética, una relación apropiada entre la tasa de crecimiento del PIB y del consumo energético, e indicadores relativos a reforestación, entre otras”.

Adicionalmente, la postura oficial es que el mundo desarrollado debe entregar un apoyo económico sustantivo con el objeto de que los países en desarrollo mantengan su crecimiento sobre la base de un modelo de economía baja en carbono y puedan adaptarse convenientemente a los impactos del cambio climático.

“Cabe reconocer que los fondos públicos destinados a apoyar a los países en desarrollo resultarán esenciales por cuanto son altas las probablidades de que los mecanismos de mercado se revelen insuficientes. Muchos países de la región ya no son elegibles en materia de ayuda internacional para el desarrollo”, se sostiene en la minuta.

En ese sentido, se mencionan acciones como la propuesta mexicana del Fondo Verde o el Fondo Amazonas, establecido por Brasil. “El Fondo de Adaptación del Protocolo de Kyoto, que entrará en vigor el 2010 dentro del Fondo de Medio Ambiente Mundial (GEF), resulta fundamental para los países en desarrollo”.

Por último, la postura de Chile apunta a que el éxito de la Cumbre dependerá de que se dé respuesta a cuatro interrogantes fundamentales aún pendientes. a) Los objetivos de reducción de emisiones adoptados por los países desarrollados, b) El alcance y escala de las acciones de mitigación (NAMAs) efectuadas por los países en desarrollo, c) Los aportes en materia de financiamiento y transferencia de tecnología de los países desarrollados para apoyar las acciones de adaptación y mitigación en los países en desarrollo, y d) La instalación de una arquitectura de gobernanza para administrar esos fondos de manera equitativa.

(Foto: wwf_france)


Lunes 14 de diciembre de 2009