Volver
Publicado 29/10/2013 16:30:48

En el Congreso Nacional Iglesias Evangélicas y Protestantes celebraron su día

En la oportunidad se entregó un reconocimiento a pastores representantes de comunidades regionales desde Arica a Punta Arenas.

En la oportunidad se entregó un reconocimiento a pastores representantes de comunidades regionales desde Arica a Punta Arenas.

La actividad que se llevó a cabo en el Salón de Honor del Congreso Nacional en Santiago, contó con la presencia de los diputados Osvaldo Andrade (PS), Cristián Letelier (Ind) y Carlos Montes (PS).

El Obispo Emiliano Soto, presidente de la Mesa Ampliada de Entidades Evangélicas de Chile UNE-Chile, agradeció que en el marco de la conmemoración el próximo 31 de octubre del Día Nacional de las Iglesias Evangélicas, se realice este encuentro con el poder legislativo y se reconozca el trabajo sistemático que la Iglesia evangélica ha venido realizando a lo largo de los años en nuestro país.

La ceremonia se inició con la interpretación del Himno Nacional, interpretado por el Coro Polifónico de la Catedral Evangélica de Maipú, dirigida por el Maestro Hermano Diego Pino, y luego la Pastora Juana Albornoz, directora del Consejo Latinoamericano de Iglesias, realizó la Oración de Invocación.

A continuación, las lecturas bíblicas estuvieron a cargo del pastor José Santis, primer vicepresidente del Consejo de Unidades Pastorales Región Metropolitana, y del pastor Andrés Millanao Huichalaf, presidente de la Agencia para el Desarrollo Cristiano, ADEC; y la lectura del Manifiesto de las Iglesias Cristianas y entidades eclesiásticas, del obispo Roberto López, Presidente Iglesia Metodista Pentecostal de Chile de Derecho Privado.

Finalmente, la reflexión fue efectuada por el Obispo Emiliano Soto, mientras que la oración por el país y las autoridades, por el Obispo Francisco Rivera, Presidente de la Iglesia Encuentro con Dios y la Bendición final por el pastor Eduardo Cid, presidente de la Iglesia Wesleyana.

El Día Nacional de las Iglesias Evangélicas y Protestantes, que se celebra el 31 de octubre de cada año, se ha festejado en Chile como un logro y reconocimiento a la libertad de culto y a la labor anónima realizada por la presencia de hombres y mujeres que han profesado su fe durante 200 años de vida republicana.