
Disminuir los niveles de sedentarismo, obesidad y sobrepeso en menores de edad, aumentando los tiempos destinados a la actividad física dentro de la jornada escolar. Esa es la finalidad del proyecto (boletín 11518) aprobado por la Sala de la Cámara y despachado a tercer trámite.
La iniciativa indica que los establecimientos de educación parvularia promoverán la práctica de juegos activos. De igual modo, los establecimientos de educación básica y media instarán a la práctica regular de actividad física y deporte, a fin de fomentar el hábito de una vida activa y saludable.
Para efectos de esta ley, se considerará actividad física aquella práctica regular realizada por niños, niñas y adolescentes (NNA) en etapa parvularia y escolar, dentro de los establecimientos educacionales. Consistirán en actividades de baja, moderada y alta intensidad, así como juegos de activación cerebral y estratégica, de carácter formativo, lúdico, integrativo, sistemático e inclusivo, que favorezcan el bienestar y la activación tanto física como cerebral, a lo largo de toda la jornada educativa.
El texto también insta a los establecimientos educacionales a incluir la práctica de actividades físicas, deportes o juegos en sus planes de gestión de la convivencia educativa, a través del desarrollo de metodologías activas y participativas.
Además, se plantea la promoción de, al menos, sesenta minutos diarios de juegos, actividad física o deporte. Se realizará a lo largo de la jornada educativa y en coherencia con su proyecto educativo. En ningún caso se podrán conmutar como parte de la asignatura de Educación Física y Salud, o su equivalente.
Otros alcances del proyecto

Para dar cumplimiento a esta norma, los establecimientos coordinarán y pondrán a disposición los espacios pertinentes y otros instrumentos ad hoc. También se les llama a fomentar la participación de NNA en encuentros deportivos o recreativas pertinentes a ellos/as.
Asimismo, se insta a la formación continua para todos los profesionales y asistentes de la educación en metodologías activas y estrategias para integrar la actividad física en las distintas actividades que desarrolle cada establecimiento. De igual modo, se tendrá que velar por la protección de la salud integral de los NNA durante la realización de las actividades.
La norma también promueve una participación igualitaria, no siendo motivo de exclusión la enfermedad o discapacidad.
Paralelamente, define que el Ministerio de Educación propondrá a los establecimientos orientaciones dirigidas a toda la comunidad educativa. Ellas deberán incluir, entre otras, estrategias para incorporar la actividad física y el deporte dentro de la jornada educativa. Lo anterior se realizará previa consulta a los ministerios de Salud y del Deporte.
La presente ley entrará en vigencia para los establecimientos educacionales al inicio del año escolar subsiguiente de su publicación. Su aplicación se realizará en forma gradual, en dos etapas de un año cada una.
Apoyo a promover más actividad física

Participaron en el debate Andrés Celis, Yovana Ahumada, Cristián Tapia, Hotuiti Teao, Erika Olivera, Alejandro Bernales, Diego Ibáñez, Daniela Serrano, Arturo Barrios, Luis Malla, Emilia Schneider, Miguel Mellado, Matías Ramírez, Danisa Astudillo, Carolina Marzán y Roberto Arroyo.
Todas las opiniones estuvieron en orden de apoyar la propuesta. Se estimó relevante para fomentar una vida saludable. Igualmente, se relevó cómo esta medida avanza en prevención del sedentarismo, obesidad y otros problemas de salud. Pero, también, respecto de evitar que las y los jóvenes caigan en la delincuencia, drogas o alcoholismo.
De igual modo, hubo voces que llamaron a que el Estado tenga una participación activa en la materia. En particular, se pidió que entregue los recursos, apoyos e infraestructura necesaria para que esta ley tenga una real aplicación.
El ministro de Salud (S), Bernardo Martorell, resaltó que la iniciativa representa un avance para enfrentar el sobrepeso, sedentarismo y obesidad en el país. Además, constituye una vía para fomentar que los NNA de hoy tengan una mejor calidad de vida en la adultez.
De igual modo, recalcó aspectos específicos del proyecto en donde el Ejecutivo intervino, por ejemplo, para viabilizar la fiscalización al incorporar la actividad física dentro de los planes de convivencia educativa, que supervisa la Superintendencia de Educación. En la misma línea, valoró la inclusión de la prohibición de ventas de alimentos con sellos altos en accesos de establecimientos educacionales.