La Comisión de Agricultura avanzó en la discusión del proyecto de ley que regula las FoodTech (boletín 16131).
La iniciativa establece un estatuto de libre competencia entre los alimentos de origen animal y aquellos alimentos de origen vegetal, cuando estos últimos imitan las propiedades de los primeros.
Las FoodTech hacen referencia a un vocablo inglés que fusiona food (comida) y technology (tecnología).
Es decir, son compañías que utilizan tecnologías como el Internet de las Cosas (IoT), el big data y la Inteligencia Artificial (IA), para elaborar una serie de productos alimentarios.
Considerando aquello, para los autores de la iniciativa es preciso prohibir que cualquier producto de origen vegetal-sintético se denomine, se muestre o publicite como un producto derivado de un animal.
Además, prohibir la promoción de cualquier producto de origen vegetal sintético con imágenes de productos derivados de la crianza y faenamiento animal.
A juicio de las y los parlamentarios de la comisión es preciso normar, ya que una cosa es un producto original y otra una copia o sucedáneo. En ese sentido, es claro revisar la legislación comparada, indicó el presidente de la instancia, Harry Jürgensen (IND).
En esa línea, es preciso tener un debate profundo, así como cuidar la coexistencia de diversos productos en el mercado como señaló, a su vez, la diputada Emilia Nuyado (PS).
En tanto, la diputada Consuelo Veloso (IND) dijo que los consumidores deben tener claro lo que están consumiendo.
Industria FoodTech
En la presente jornada, expusieron una serie de invitados, los cuales dieron a conocer sus visiones en torno al texto.
En primer término, el gerente general de Not Company (NotCo), Maximiliano Silva, dijo que el texto no recoge en su totalidad el potencial de las FoodTech para el país.
Indicó que tiene un enfoque restrictivo y puede ser una cortapisa a la innovación. A ello se suma que plantea a estas empresas como antagónicas a la industria tradicional cuando son complementarias.
Por ello, planteó es preciso tener una discusión estratégica que considere aspectos claves como la seguridad y soberanía alimentaria.
José Luis Delgado, gerente de la Asociación Gremial de Productores de Leche de la Región de Los Ríos sostuvo que la iniciativa viene a llenar un importante vacío. Esto, porque a su juicio, muchas de las FoodTech han basado su posicionamiento con información que confunde al consumidor. Claramente hay aspectos de confrontación, apuntó.
Agregó que el mercado requiere de competidores libres y que la innovación no puede ser un cheque en blanco.
Odepa y abogados expertos
Eduardo Ramírez, jefe de Políticas Sectoriales de la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (Odepa), destacó tres elementos importantes que deben ser considerados.
Por un lado, la coexistencia. “No se puede negar la existencia válida de una industria y otra”.
Igualmente, se debe ser flexible en cuanto a la normas para de esa forma enfrentar el futuro de mejor manera. Es decir, que la ley tenga la capacidad de adecuarse rápidamente a los cambios vertiginosos de la tecnología.
Teniendo en cuenta aquello, en su opinión, varios de los planteamientos del texto podrían ser considerados a nivel de reglamentos.
Finalmente, destacó que la información en este tipo de temas es clave “y en eso se puede avanzar mucho”.
Por último, los abogados José Clemente Coz y Rodrigo Palavecino, de Coz & Blavi asociados, apuntaron que el proyecto es un avance importante, pues entrega certezas en un ámbito jurídico con muchas dudas.
Señalaron que responde a una necesidad y en ningún caso es restrictivo para la industria. Es más, contribuye a la eficacia de otras leyes, junto con recoger aspectos positivos de otras normas.
En ese sentido, señalaron que las FoodTech trabajan con productos imitativos y, por ende, el consumidor debe tener toda la información necesaria.
Es decir, no puede existir dificultad en el discernimiento de éste, por ello nadie podría negarse a un planteamiento en esa línea.