Aprueban en general proyecto de reconocimiento constitucional del cuidado de personas
La iniciativa, aprobada por la comisión de Mujeres y Equidad de Género, fue valorada por organizaciones vinculadas a la promoción de políticas para quienes ejercen esta función.
Por la unanimidad de las diputadas presentes en la Comisión de Mujeres y Equidad de Género fue aprobado, en general, el proyecto que pretende modificar la Carta Fundamental para incluir dentro de las garantías constitucionales, el reconocimiento al trabajo doméstico y a la labor consistente en el cuidado de personas (boletín 12.490).
La iniciativa tiene por objetivo establecer una legislación que fije el marco para incorporar el trabajo doméstico y de cuidados como uno que genera riqueza nacional y que, por lo tanto, debe ser cuantificado y considerado en la creación de programas y políticas públicas.
A esto agrega que debe considerarse, especialmente, que una de las grandes barreras de discriminación hacia la mujer en materias de trabajo y seguridad social tiene directa relación con la invisibilización de estas funciones que históricamente le son delegadas a este género.
Para esto, el proyecto propone la creación de un nuevo inciso en la Constitución que establezca el reconocimiento de este trabajo como una actividad económica que crea valor agregado y produce riqueza y bienestar social, por lo que se incorporará en la formulación y ejecución de las políticas públicas, sociales y en el presupuesto de la nación.
Junto a esto, agrega que se deberá promover un régimen laboral que permita compatibilizar en armonía las labores de cuidado humano.
Organizaciones
En la sesión participaron mujeres representantes de las corporaciones Humanas, Descentralizadas y Mujeres Siglo XXI, junto al Centro de Estudios de la Mujer, el Observatorio de Género y Equidad y de la Internacional de Servicios Públicos.
Todas ellas valoraron el proyecto en discusión pues reconocen la discriminación que también sufren las mujeres que mayoritariamente son las que realizan el trabajo de cuidado, debiendo postergar su ingreso al mundo laboral y con ello carecer de una autonomía económica.
Frente a esto, critiraron la invisibilidad de este trabajo no remunerado y la ausencia total de un reconocimiento social y jurídico, que deja a las mujeres en una situación de precaridad en lo previsional, en el propio acceso a la salud y al bienestar en general.
Por esta razón, dentro de las propuestas presentadas se encuentra la idea de cambiar la mirada asistencialista a las mujeres que ejercen el trabajo de cuidado y ponerlo en el que estas funciones son las que sostienen la sociedad, siendo una dimensión fundamental de la reproducción social y el desarrollo equitativo y sustentable.
Así también, se planteó la necesidad de realizar una mirada intersectorial que incluya la realidad que viven las mujeres de los pueblos originarios y las migrantes. Todo esto considerando el escenario actual de crisis sanitaria que no ha hecho más que poner de manifiesto la crisis del cuidado.