Posted on: . Updated on:

Comisión de Ciencias inició debate de reforma sobre neuroderechos

Como una iniciativa pionera en el mundo es catalogado el proyecto, ya aprobado en el Senado, que busca entregar un mayor estatus a los datos mentales estableciendo a los neuroderechos como una nueva categoría de Derechos Humanos y otorgar la posibilidad de investigar la mente mediante inteligencia artificial pero sin pasar a llevar la privacidad del paciente.

Resguardar la intimidad, el derecho a la identidad individual y la privacidad mental de hombres y mujeres ante el avance de la inteligencia artificial, es el objetivo del proyecto de reforma constitucional para proteger la integridad y la indemnidad mental con relación al avance de las neurotecnologías (boletín 13.827), el cual inició su debate en la Comisión de Futuro, Ciencias, Tecnología e Innovación de la Cámara de Diputadas y Diputados.

La norma legal, ya aprobada en primer trámite en el Senado, plantea en sus argumentos que la consagración constitucional del derecho a la neuroprotección deriva de la necesidad de proteger la dignidad humana frente al uso de nuevas técnicas, en especial en lo tocante a la protección del cerebro humano.

Sus autores (integrantes de la Comisión Desafíos del Futuro del Senado), alertan que ya se están desarrollando decenas de proyectos e investigaciones que pretenden alcanzar la interfaz de conexión entre una máquina y el cerebro.

Así, la neurotecnología avanza de manera consistente en ciertas cuestiones que se entienden como deseables como los implantes cocleares para la sordera, los estimuladores de médula espinal para tratar la enfermedad de Parkinson o las tecnologías para apoyar a personas con discapacidad motora, etc.

Pero, junto con estos logros, estas herramientas permitirían el acceso a la información mental de las personas y la posibilidad, por ende, de su manipulación externa, lo cual debe encender una alarma no sólo desde la ética, sino también, de cómo se van a reestructurar las reglas sociales de convivencia.

Para iniciar el debate legislativo de esta reforma y conocer su alcance, el grupo de legisladores escuchó al ministro de Ciencias, Tecnología, Conocimiento e Innovación, Andrés Couve y al senador Guido Girardi, uno de los autores del proyecto.

Neuroprotección 

El senador informó, en primer término, que este proyecto surgió de forma colaborativa a partir de los debates llevados a cabo en el Congreso del Futuro.

Agregó que contó con el respaldo y asesoría de Rafael Yuste, destacado neurocíentifico español y coordinador del Grupo Morningside -compuesto por 25 especialistas internacionales en neurociencia, derecho y ética-; de las universidades Católica, de Chile y planteles regionales, además de la Academia Chilena de Ciencias, entre otros.

El senador Girardi explicó que “el neuroderecho está relacionado con los aspectos de libertad, autonomía y libre albedrío del ser humano. También con garantizar que estas tecnologías se usarán a futuro (…) pero nunca se deberán usar contra la autonomía del control del humano. Se debe garantizar que tengan un criterio de equidad”.

Aseguró que se debe entender que la humanidad solo sobrevivirá en la medida que haga un esfuerzo en ciencia e innovación, basado en la ética y resguardando para los seres humanos su igualdad, autonomía y paz, objetivo que justamente persigue esta iniciativa.

Igualmente, destacó que la presente reforma constitucional constituye la mayor aventura científico-tecnológica y de gobernabilidad que enfrenta la humanidad. A esto se suma el proyecto de ley sobre protección de los neuroderechos y el desarrollo de la investigación (boletín 13.828), en actual trámite en el Senado.

De convertirse en ley, Chile sería el primer país del mundo en formular un proyecto de ley y reforma constitucional con medidas legislativas en torno a la neuroprotección.

Al servicio de las personas

Por su parte, el ministro de Ciencias, Andrés Couve, señaló que el desarrollo de las nuevas tecnologías requerirá la reformulación de los derechos fundamentales contenidos en la actual Constitución, con el objeto de que las personas se beneficien de los avances tecnológicos de forma equitativa. A su vez, brindar bienestar social y desarrollo económico sostenible, tomando en cuenta las posibles amenazas y riesgos nocivos del mal uso de estas tecnologías.

“El propósito de esta reforma constitucional debe apuntar al resguardo de la vida, integridad física y síquica frente al desarrollo científico, tecnológico y de las neurotecnologías y la neurociencia”, indicó.

El personero comentó que con la indicación presentada por el Ejecutivo más el trabajo colaborativo que se desarrolló en el Senado, se logró un acuerdo de redacción que pone en lo central la ciencia y la tecnología al servicio de las personas.

En concreto, el texto incorpora en el artículo 19 de la Constitución que “El desarrollo científico y tecnológico estará al servicio de las personas y se llevará a cabo con respeto a la vida y a la integridad física y psíquica. La ley regulará los requisitos y condiciones para su utilización en las personas, debiendo propender especialmente al resguardo de la actividad cerebral, así como la información proveniente de ella”.