Regulación de biocombustibles sólidos fomentará un uso menos contaminante de la leña
El texto, aprobado por la Cámara, se revisó conforme a los acuerdos de una comisión mixta que trató un único punto de disputa con el Senado. Este refirió a la responsabilidad del Estado de dar apoyo a pequeños y medianos productores de leña para adaptarse y cumplir con las normas de certificación de la leña. Se espera con esto reducir en un 80% el particulado contaminante.
Un nuevo paso en pro de convertirse en ley quedó el proyecto que regula el mercado de los biocombustibles sólidos (boletín 13664). Ello, luego que la Sala de la Cámara aprobara el informe de la comisión mixta que vino a resolver el desacuerdo con el Senado en torno a una de las normas de la propuesta.
Efectivamente, el texto pasó a comisión mixta el 28 de junio. En la oportunidad, la Cámara no aceptó una modificación introducida por el Senado a un artículo que apuntaba a la responsabilidad del Estado en torno al necesario apoyo a los pequeños y medianos productores de leña. Mientras que los primeros apelaban a una obligación, los segundos lo definieron como una facultad.
El acuerdo alcanzado respalda mayormente la tesis de la Cámara. Así, adjudica la responsabilidad estatal al Ministerio de Energía. Ella pasará por dar apoyo financiero y técnico a pequeños y medianos productores de leña para la instalación de centros de secado. Lo anterior se realizará de acuerdo al Plan Nacional para la Modernización del Mercado de los Biocombustibles Sólidos.
Tras el respaldo de la disposición, el texto pasó ahora a consideración del Senado. Allí, de ser ratificado, podrá derivarse al Ejecutivo para su promulgación.
Cabe recordar que la propuesta nació como una moción en julio de 2020. La idea era garantizar un uso de la leña más acorde con la salud de las personas y el medioambiente. La originaron los diputados Harry Jürgensen (IND), Marcos Ilabaca (PS), Miguel Ángel Calisto (DC), Frank Sauerbaum (RN) y Cristóbal Urruticoechea (PREP). También la suscribieron los exdiputados Andrés Molina y Diego Paulsen.
Aspectos que aborda el proyecto
El grueso de las normas de este cuerpo legal ya estaba ratificado. En lo particular, la iniciativa establece que todo biocombustible sólido que se comercialice en el país debe cumplir con especificaciones técnicas mínimas de calidad. Conjuntamente, pasa a describir conceptos como biomasa, biocombustibles sólidos y centro de procesamiento de biomasa.
Se define que el Ministerio de Energía establecerá las especificaciones técnicas mínimas de calidad y la métrica de los biocombustibles sólidos. Ello será requisito para su comercialización, en atención al uso que se les dé. La idea es promover energía térmica de forma eficiente y limpia.
Las especificaciones técnicas se expondrán vía reglamento. Allí también se detallará el procedimiento.
La iniciativa, paralelamente, establece que, cada cinco años, el Ministerio de Energía elaborará un Plan Nacional para la Modernización del Mercado de los Biocombustibles Sólidos. Junto con esto, se fijan las materias básicas que contendrá dicho plan.
Exigencias al mercado
El texto, asimismo, regula las obligaciones de los actores del mercado de biocombustibles sólidos. Además, se establecen exigencias para el transporte de estos productos.
Dentro de este marco se consagra el deber para los centros de procesamientos de biomasa y para los comercializadores de inscribirse en un registro que llevará la Superintendencia de Electricidad y Combustibles. Igualmente, los primeros deberán contar con una certificación oficial que pasará por la entrega de un sello de calidad.
Junto a lo anterior, se prohíbe la comercialización de leña que presente contaminación por sustancias químicas de cualquier tipo que sean nocivas para el medioambiente. También queda prohibida la comercialización de biocombustibles sólidos que no provengan de un Centro de Procesamiento de Biomasa certificado o de un comercializador inscrito. Tampoco se autorizará el uso de leña proveniente de bosque nativo sin el respectivo plan de manejo aprobado por la Conaf.
En todo caso, estas obligaciones no se aplicarán al autoconsumo. Se entenderá por tal el que se produce en un inmueble del que se es dueño, poseedor o mero tenedor.
Fiscalización y otras normas
Otro marco de disposiciones apunta a regular la fiscalización de este cuerpo legal y las sanciones a aplicar. Así, se asigna la tarea fiscalizadora a la Superintendencia de Electricidad y Combustibles. De igual modo, se le encarga la tutela de los registros de centros de procesamiento de biomasa y de comercializadores. En la misma línea, se encargará del registro de instaladores mantenedores autorizados de artefactos de combustión de biocombustibles sólidos.
Se considerará como infracción el otorgamiento de la certificación sobre la base de información incompleta, errónea o no verificada. También la falsificación de un sello de calidad. El monto de las multas será de beneficio fiscal.
El proyecto considera la producción de leña a cargo de personas pertenecientes a pueblos originarios reconocidos por el Estado de Chile. En este caso, se indica que se fomentarán sus técnicas y prácticas tradicionales y culturales en el uso de ella. Además, se prestará apoyo técnico institucional con respeto a sus prácticas culturales.
Adicionalmente, el texto efectúa diversas modificaciones a otras leyes para la adecuación de las presentes normas. Asimismo, fija los plazos para la dictación del reglamento y para la determinación de los requisitos para los organismos certificadores.
Por último, considera un calendario de entrada en vigencia de la ley que toma como referencia el nivel de saturación de las comunas. De tal modo, las más saturadas entrarán al año de publicada la ley; un segundo grupo, a los tres años; y las restantes, a los cinco años.
Debate
En la discusión participaron Harry Jürgensen (IND), Marcos Ilabaca (PS), Andrés Celis (RN), Felipe Donoso (UDI), Jaime Sáez (RD), Jorge Rathgeb (RN), Félix González (PEV), Héctor Barría (DC), Fernando Bórquez (UDI), Cristóbal Martínez (UDI), Francisco Pulgar (IND), Alejandro Bernales (PL), Miguel Ángel Calisto (DC) y Andrés Jouannet (IND).
En términos generales las opiniones fueron para respaldar la iniciativa y, en particular, la norma en debate. Se relevó la importancia de regular este mercado y garantizar un producto de mayor calidad calorífica. Asimismo, que se respete un uso cultural ampliado de este combustible, pero que será menos contaminante. Igualmente, se destacó la necesidad del apoyo estatal para la transición y se llamó a atender la regulación del precio de este biocombustible.
Algunos hicieron hincapié en el tema medioambiental y de la salud de las personas. Remarcaron que la propuesta es un avance pero que no se debe entender como un fomento al uso de la leña. Pidieron avanzar en políticas complementarias, como instalación de paneles solares, apoyo a la aislación térmica y subsidio a la energía eléctrica.
En representación del Ejecutivo expuso el ministro de Energía, Diego Pardow. Resaltó la importancia de esta propuesta en pro de reconocer el valor cultural y generador de empleo de los biocombustibles, pero que requería de regulación para su comercialización, así como fomentar un uso más responsable desde la perspectiva ambiental.
En tal plano, remarcó que pasar de usar leña húmeda a seca implica un ahorro de un 80% del particulado contaminante atmosférico.
Desde el punto de vista del apoyo a los productores, informó que habrá disponible tres líneas de apoyo desde el Ministerio.
Acuerdo con Paraguay
En esta sesión también se aprobó el informe de la Comisión de Relaciones Exteriores respecto de un acuerdo internacional. La votación fue de 141 votos a favor y uno en contra.
En concreto, refiere al convenio entre Chile y Paraguay, sobre Reconocimiento Recíproco y Canje de Licencias de Conducir (boletín 15151). Se suscribió en Santiago, el 1 de diciembre de 2021.
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