Frente al aumento de problemas de salud mental en estudiantes de educación superior, la comisión ad hoc recibió una serie de audiencias para recabar antecedentes.

Inició las intervenciones la subsecretaria de Educación Superior, Verónica Figueroa, quien reconoció que, hasta ahora, no ha existido una política de salud mental.

Aseguró que diversos estudios dan cuenta del aumento de problemas relacionados con la salud mental en jóvenes. Esto, según la subsecretaria, quedó de manifiesto desde el primer semestre del 2019, con las movilizaciones estudiantiles, el estallido social y luego la pandemia.

La autoridad anunció el desarrollo y la implementación de un Plan de Salud Mental para toda la educación superior, el cual culminaría en el segundo semestre de 2023.

Este incluye una mesa permanente de trabajo con el Ministerio de Salud. Luego, una segunda etapa de diagnóstico y marco de referencia y la creación de una mesa consultiva y participativa. Esta última propondrá al Ministerio de Educación las medidas y acciones que contenga el plan en materia de salud mental.

Primer Diagnóstico de Salud Mental

Sobre el punto, la Subsecretaría de Educación Superior está levantado el primer diagnóstico de salud mental. Esto, mediante un abordaje institucional y la revisión de trayectorias formativas y registro de situaciones críticas.

Fue el jefe de la División de Educación Universitaria, Thomas Griggs, quien dio a conocer los primeros datos recabados. Informó que se utilizó un cuestionario que fue respondido por 46 universidades, 61 institutos profesionales y centros de formación técnica.

Al respecto, este mostró que un 55,6% de las instituciones ha desarrollado algún lineamiento o declaración sobre la salud mental de sus estudiantes. De estas, un 44,3% corresponde a Educación Técnico Profesional y un 69,6% a universitaria.

Griggs añadió que el 65,4% de los centros de estudios cuenta con alguna unidad encargada, específicamente, de abordar la salud mental. De estos, el 89,1% pertenece a la educación universitaria y solo un 47,5% al técnico profesional.

Sobre el acompañamiento al inicio de las carreras, un 50,5%, de las instituciones lo tiene considerado, siendo nuevamente mayoritario en el mundo universitario v/s el técnico profesional. En tanto, sólo el 29% de las instituciones ha hecho modificaciones curriculares para abordar la problemática.

Estudiantes

La instancia también recibió a la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech). Junto a ella estuvo presente Odette Hofer, madre de José Miguel.  El joven, en cuarto año de medicina, abandonó su carrera y meses más tarde decidió terminar con su vida.

Odette relató como su hijo no recibió la atención necesaria por parte de la casa de estudios, a pesar de las denuncias de problemas con su salud mental. Evidenció falta de ayuda y seguimiento, sin posibilidad de optar a plazos mas extensos para que su hijo terminara la carrera.

Por su parte, Sebastián Ramos, vocero de la Confech, dijo que “las universidades, realmente, no cuentan con herramientas para afrontar los problemas de salud mental”. Y, que la única solución que dan las casas de estudios es enviar a los estudiantes a “congelar”.

Constanza Jara, representante de la Comisión de Salud Mental de la agrupación universitaria, reconoció problemas en la formación integral universitaria. Como ejemplo, señaló que en un campus con 18 mil estudiantes solo existen tres psicólogos. Por ello, pidió generar un plan de acción fuerte, proporcional al número de estudiantes.

En tanto, Sabina Orellana, vocera feminista de la entidad, solicitó ser parte de los diálogos de salud mental. Asimismo, denunció una sobre exigencia académica, excesivas evaluaciones sin objetivos claros, trastornos alimenticios y crisis de ansiedad entre los estudiantes.

Finalizó las audiencias Andrés Vergara, presidente de la Asociación Nacional de Estudiantes de Salud de Chile (Asemech). El estudiante de medicina reveló un abandono institucional por parte de las casas de estudios en materia de salud mental. Recalcó que, tres de cuatro estudiantes tiene un problema de este tipo.

Aseguró que, con la entrega de recursos para  salud mental, se evitaría el principal problema en la educación superior que es la deserción estudiantil.