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Publicado 22/06/2016 14:30:13

Comisión de Salud aprobó en general proyecto que amplía la donación cruzada de órganos entre personas vivas

En la sesión de ayer, la instancia también escuchó al representante del Gobierno en materia de trasplantes y a tres expertos en este ámbito.

En la sesión de ayer, la instancia también escuchó al representante del Gobierno en materia de trasplantes y a tres expertos en este ámbito.

Por la unanimidad de los diputados presentes, la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados aprobó ayer la idea de legislar en torno al proyecto (boletín 10.009), en segundo trámite legislativo, que amplía la donación cruzada de órganos entre personas vivas.

Previo a la votación, el grupo parlamentario escuchó las exposiciones del coordinador nacional de Trasplantes del Ministerio de Salud, José Luis Rojas; a la presidenta de la Corporación del Trasplante y representante del Colegio Médico, Anamaría Arriagada; al médico jefe de de Urología de la Red Salud de la Universidad Católica, Javier Domínguez; y al profesor del Instituto de Economía de la Universidad Christus, Rodrigo Harrison.

José Luis Rojas explicó que los requisitos para la adscripción de un centro al programa nacional de donación renal cruzada son una autorización expresa para la actividad de trasplante renal de vivo (acreditación); haber desarrollado un mínimo de actividad de trasplante renal de vivo; y la existencia de la nefrectomía laparoscópica o mini-lumbotomía, como procedimiento habitual de nefrectomía en el donante vivo.

Indicó que se creará en el Instituto de Salud Pública, por Ley garante del registro nacional de receptores (listas de espera), un registro nacional único de parejas donante-receptor incluidas y resguardadas por Ley de Confidencialidad de datos sensibles. Además, anunció que, a nivel del Ministerio de Salud, se creará una Comisión Ad-Hoc conformada por la Coordinación Nacional de Trasplantes, ISP (Histocompatobilidad) y representantes de centros de trasplantes adscritos al programa, que se reunirá periódicamente para evaluar el estado del programa (registro de parejas, procedimientos, seguimiento de donantes y receptores y revisión de resultados).

Señaló que una pareja donante-receptor podrá ser incluida en este programa si se constata incompatibilidad de grupo sanguíneo y tras una prueba cruzada positiva (Incompatibilidad inmunogénica HLA). A su vez, no podrán incluirse en el programa las parejas en las que se dé al menos uno de los siguientes supuestos: contraindicaciones evidentes para trasplante y/o donación de vivo; y ausencia de consentimiento informado por escrito sobre donación renal cruzada.

Luego, detalló el sistema que operará para la inclusión de una pareja donante-receptor en el programa de donación renal cruzada, así como el procedimiento de trasplante renal cruzado (caracterización inmunológica de donantes y receptores; el laboratorio de histocompatibilidad de ISP deberá realizar el estudio HLA del receptor y el donante de cada pareja a incluir en el programa; y valoración por parte del Comité de Ética).

Finalmente, entre otros datos, destacó que. al igual que con el donante, en el caso del receptor cada centro asumirá el seguimiento, la evolución clínica y la resolución de eventuales complicaciones médicas derivadas del trasplante. "La evolución clínica y posibles complicaciones médicas derivadas del procedimiento en el donante, al igual que el seguimiento de cada receptor se registrarán adecuadamente en el Registro on-line de Seguimiento de Trasplante Donante Vivo de la Coordinadora Nacional de Trasplantes", detalló en su presentación.

Corporación del Trasplante

La doctora Anamaría Arriagada, quien además de los cargos señalados es profesora instructor de bioética de la Facultad de Medicina de la U. de Chile y miembro del Comité de Ética HDS, recordó que, en Chile, un 68% de los trasplantes renales corresponde a donantes muertos y un 32% a vivas (datos de 2014).

Sostuvo que la donación cruzada es efectiva en la medida que mejora las opciones de trasplante para pacientes sensibilizados y grupo O, pero planteó que es necesario abrirse a la posibilidad de los donantes altruistas o donaciones en cadenas, esto último porque cualquier grupo de pares incompatibles será abundante en receptores grupo 0 y falto en donantes grupo 0. "Solo la mitad de estos pares encontrarán otros pares compatibles", evaluó.

Consideró que el donante no dirigido y el altruista expanden los grupos sanguíneos, trayendo al sistema más grupos 0. "Facilitan encontrar compatibilidad, pues solo necesitamos aparejar al receptor con su donante", precisó.

Desde la perspectiva ética, llamó a asegurar los riesgos controlados (no maleficencia) y la certificación de prestadores. Planteó que ofrecer esta alternativa es respetar la beneficencia, pero pidió mejorar los protocolos de solicitud, de manera de no ser impositivos "pues acá disminuye la 'salida honrosa' del que no está dispuesto".

Además, entre otras consideraciones, dijo que hay ciertas aristas que el legislativo debiese resguardar: el espacio del consentimiento informado; tomar en cuenta el “verdadero altruismo” del donante altruista y penalizar cualquier compensación; definir las parejas con distinto sistema previsional; generar una regulación única centrada en el ISP; e incorporar solo entidades con suficiente experiencia acreditada (definido por la Comisión Asesora).

Universidad Católica

Javier Domínguez mostró en su exposición antecedentes a nivel mundial de los trasplantes, donde se resaltó que la donación proveniente de personas muertas en Chile es muy inferior respecto del promedio de la OCDE y también menor que el promedio de Sudamérica.

Luego, analizó el problema que se enfrenta en el país en materia de donaciones. Así, observó que los órganos que se pueden obtener a partir de donantes fallecidos son acotados debido a que para ser utilizados el paciente debe presentar muerte cerebral (del total de muertes intrahospitalarias, solo un 1% puede ser donante), a lo que se suman otros aspectos que reducen las posibilidades efectivas (por ejemplo, la negativa familiar).

En cuanto a los trasplantes de riñón, señaló que un estudio internacional sugiere una alta conveniencia para Chile de la utilización de este sistema (considerando una tasa de 1,77 de riñones por donante cadavérico).Planteó que este tipo de donación proyecta un ahorro en costos de US$827.000 al año, a lo que se suma una ganancia en calidad de vida estimada en US$ 3.000.000 al año.

Respecto de los donantes vivos, resaltó que es limitada hoy en Chile por la legislación (solo se permite un donante “familiar”) y evaluó que su aplicación generaría un problema de asignación (depende de la legislación vigente y no existe una lista de espera). En todo caso, estimó que existe un tremendo potencial de crecimiento en esta área y, en tal plano, observó que de acuerdo al actual planteamiento del proyecto de ley, el sistema se limitaría solo a la donación cruzada y reciproca entre parejas, quedando fuera la posibilidad de la donación en cadena cerrada o potencialmente infinita.

Por último, llamó a considerar que la opción del "donante altruista" (donación no dirigida); promover una institucionalidad a la cual los centros de trasplantes adhieran y reporten su actividad de modo de lograr un buena fiscalización y evitar abusos; y establecer la donación en fallecidos, no solo frente a muerte encefálica.

La diputada Marcela Hernando (PRSD) resaltó que la motivación es incorporar al país estrategias que se hayan aplicado con éxito en otros países para aumentar la donación de órganos, que en Chile es muy baja, menos de un tercio de lo que teóricamente debiera darse por población. Especificó que la idea de la propuesta es permitir la donación de vivos que no sean familiares entre ellos, con lo que aumenta la población de posibles donantes.

Informó que la idea era despachar ayer el proyecto, pero que se optó por postergar la votación del articulado con el fin de introducirle cambios destinados a perfeccionar la institucionalidad, hoy muy disminuida y con poco personal para trabajar fomentando el trasplante de órganos.