Las modificaciones contempladas en el texto normativo modernizan procedimientos, hacen más ágil el tratamiento de los proyectos en la Sala y en las comisiones y perfeccionan la regulación de las sesiones secretas, entre otros puntos.
Adecuar el marco normativo que rige a la Cámara de Diputados con el objeto de considerar el aumento del número de diputados y el cambio del sistema electoral, desde uno binominal a uno proporcional inclusivo, es el fin de la iniciativa aprobada por la Sala de la Corporación.
La propuesta, que comenzó a analizarse el pasado miércoles 11 de abril, planteaba 37 modificaciones, de las cuales 35 fueron ratificadas, que afectan diversos ámbitos de trabajo de la Corporación, como son el tratamiento de los proyectos de ley, el tiempo disponible para exponer en un debate y formalidades de los procesos internos.
Algunos de los cambios buscan reflejar los avances tecnológicos. Así, por ejemplo, el texto define que toda proposición sobre la cual deba recaer resolución de la Cámara pueda presentarse mediante firma electrónica avanzada de los diputados solicitantes; permite el archivo electrónico de los documentos recibidos por la Corporación o por sus comisiones; y autoriza que, en el curso de una sesión donde falta el quórum requerido o cuando se deba votar, se llame a los diputados por medio de comunicaciones electrónicas, señales luminosas o avisos a los dispositivos personales y portátiles que ellos utilicen.
La propuesta también plantea reducir, de dos a un año, el tiempo que se debe esperar para pasar a archivo a un proyecto de ley en una comisión y resta la obligatoriedad de que dicho trámite se verifique con los tres quintos de sus integrantes.
Además, se cambia la fecha en que el Presidente de la República deberá rendir cuenta al país del estado administrativo y político de la Nación ante el Congreso Pleno, del 21 de mayo al 1 de junio, conforme a lo establecido en la ley vigente; y precisa la ocasión de la cuenta Pública del Presidente de la Cámara de Diputados.
El texto plantea ampliar, a dos horas y media, el tiempo de discusión en Sala de los proyectos en tabla; y reducir de 90 a 60 minutos la duración de las sesiones especiales. Asimismo, permite que el Presidente de la Cámara levante la sesión si transcurridos cinco minutos no se completa el quórum; y limita la cantidad y el tiempo de las intervenciones de los diputados, tanto en las discusiones en general como en particular.
También se formaliza la solicitud para guardar un minuto de silencio en la Sala; y restringe a tres minutos el tiempo para fundar el voto en una votación en las comisiones.
Finalmente, varios de los cambios apuntan a las sesiones secretas. En este ámbito se ratifica que el carácter de secreto o reservado de una sesión (o parte de ella) será indefinido cuando se trate de actos y documentos relacionados con la planificación militar o estratégica o cuando su difusión pueda afectar la integridad territorial de Chile, la interpretación de un tratado limítrofe, la defensa internacional de los derechos del país y la política exterior.
En esta área también se permite la votación electrónica y se especifica cuándo podrán ser declaradas secretas las sesiones, tanto a nivel de Sala como en comisiones.
Respecto de las normas que no prosperaron, la primera apuntaba a restringir a solo dos intervenciones para cada diputado, en una discusión en particular de un proyecto de ley. La segunda norma rechazada buscaba definir un tiempo específico para las intervenciones, cuando se tratase de iniciativas en tercer trámite legislativo.
CÁMARA DEDIPUTADAS Y DIPUTADOS