Los autores del proyecto buscan reconocer la labor social que ha realizado el religioso en la comunidad antofagastina, ayudando a los enfermos, luchando por los derechos humanos y apoyando a los pobladores que trabajan en las distintas labores mineras.
El proyecto (boletín 6635) fue presentado por los diputados Enrique Accorsi (PPD), Sergio Aguiló (PS), Pedro Araya (Ind), Sergio Ojeda (DC), Carlos Olivares (PRI), Lily Pérez (RN) y Roberto Sepúlveda (RN).
La moción señala que la Constitución reconoce que es posible otorgar la nacionalidad por gracia a una persona, de manera de demostrar la gratitud de Chile a testimonios de servicio en bien de nuestra patria, y por ello esta es la forma de más alta consideración y reconocimiento
Considerando lo anterior, los diputados autores de la moción sostienen que el Padre José Sirvin Pascal, ciudadano francés que llegó a Chile el 1 de marzo de 1989, para instalarse en la ciudad de Antofagasta el 10 de marzo de 1990, proveniente de la Diócesis de Rodez en su Francia natal, posee las cualidades suficientes para obtener este reconocimiento.
El Padre José a su llegada a Antofagasta, comenzó su labor pastoral visitando enfermos por el sector parroquial que se le había asignado, y por algunos de ellos se enteró de lo duro que era el trabajo en las salitreras. Como no tenía vehículo, aprovechaba de caminar y conversar con las personas, de quienes aprendió el hablar "chileno".
Desde su llegada a Antofagasta, ha tenido una destacada participación como asesor de la Pastoral Obrera, donde junto a los niños, jóvenes y adultos, trabaja en el ámbito laboral, empresarial y sindical; especialmente en las distintas mineras y caletas pesqueras de la zona.
Su tarea es reconocida por escuchar y estar disponible para el servicio de la personas y entregar el testimonio de Jesús en sus vidas. Es reconocido el servicio que presta a trabajadores y sindicatos de la región, como orientador y consejero en las distintas tareas que desarrollan en la búsqueda de mejores condiciones laborales.
Su pastoral está marcada también por una constante lucha y defensa de los Derechos Humanos fundamentales. El padre José ha sido un ferviente promotor del respeto a los derechos de todas las personas sin distinción y de todo tipo de acciones que ayuden a reconciliar a los distintos sectores.
La iniciativa señala que "es por todo esto que a juicio de los patrocinantes y de la comunidad antofagastina se debe reconocer a este hombre que ha hecho del servicio a nuestros compatriotas, en especial a los más desposeídos y necesitados, una tarea permanente". Por eso, el proyecto determina que debe otorgarse por especial gracia la nacionalidad chilena al sacerdote francés, Presbítero José Sirvin Pascal.
El texto legal será analizado por la Comisión de Derechos Humanos.
Viernes 28 de agosto de 2009
CÁMARA DEDIPUTADAS Y DIPUTADOS