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Publicado 12/03/2012 11:51:29

Congreso aprueba establecer el 6 de octubre como Día del Trabajador Ferroviario

El 6 de octubre se conmemora la matanza de trabajadores de la Maestraza San Bernardo, por ello los autores de esta moción que ya cumplió su tramitación en el Congreso, eligieron esta fecha para destacar el aporte de los ferroviarios al país.

El 6 de octubre se conmemora la matanza de trabajadores de la Maestraza San Bernardo, por ello los autores de esta moción que ya cumplió su tramitación en el Congreso, eligieron esta fecha para destacar el aporte de los ferroviarios al país.

Con 67 votos a favor, la Cámara aprobó la moción (boletín 7974), en segundo trámite constitucional, que instituye el 6 de octubre como el Día Nacional del Trabajador Ferroviario.

El texto legal, que culminó de esta forma su trámite en el Congreso y fue remitido al Ejecutivo para su promulgación, fue presentada por los senadores Soledad Alvear, Isabel Allende, Carlos Bianchi, Eduardo Frei y Pedro Muñoz.

En los argumentos de la iniciativa se precisa que el ferrocarril contribuyó a consolidar la soberanía territorial de la República, el desarrollo de la economía y el progreso de sus habitantes. “El auge del sector ferroviario que se verificó en nuestro país generó el desarrollo de trabajadores especialistas en una serie de oficios y profesiones en dicho ámbito. Por otra parte, estos trabajadores fueron protagonistas, también, de los primeros movimientos sindicales que tuvieron lugar en nuestro país”.

En Chile, este medio de transporte comenzó a funcionar en 1851, y muy pronto logró unir el territorio nacional con una misma línea férrea desde Iquique hasta Puerto Montt, sin perjuicio de los ferrocarriles que también operaron en Chiloé y Arica. Asimismo, el ferrocarril Trasandino unía Santiago con Buenos Aires, y el FCALP conectaba Arica con La Paz.

El 6 de agosto de 1862 se promulgó la Ley de Ferrocarriles, que rigió hasta el año 1925. Pese a su declinación a nivel mundial, en Chile, hacia la década de 1960, aún continuaban los planes de inversión en ferrocarriles. Sin embargo, posteriormente, las políticas de autofinanciamiento generaron un menor aporte fiscal, a lo cual se sumó luego una competencia desleal motivada en la subvención estatal al trasporte terrestre vial, todo lo cual derivó en una declinación progresiva de los trenes.

A medida que avanzaba el tendido ferroviario y surgían pueblos y ciudades en torno a las estaciones de ferrocarriles, sus trabajadores se integraron a la vida social, cultural, deportiva o política de esas localidades y, en ese contexto, no se mantuvieron ajenos al movimiento sindical chileno, participando activamente en la constitución de la Federación Obrera de Chile (FOCH), en 1909, la que se formó sobre la base de los sindicatos ferroviarios.

Con posterioridad, en 1972, cuando se verificó el paro de los camioneros, los trabajadores ferroviarios no se plegaron a dicha paralización, lo que les significó enfrentar el malestar de los transportistas.

“Tras los acontecimientos registrados en Chile en 1973, además de la intervención militar a la administración de los ferrocarriles, se desató una represión contra estos trabajadores, lo que dio origen a masivas exoneraciones y fusilamientos”, agrega la moción.

De esa forma, el 6 de octubre de 1973 “un grupo de trabajadores ferroviarios de la Maestranza de San Bernardo fueron detenidos en sus domicilios y sus lugares de trabajo, siendo luego fusilados por militares de la Escuela de Infantería, hechos que han sido consignados en el Informe de la Comisión de Verdad y Reconciliación, y en las investigaciones judiciales que se han verificado sobre el particular”.

Es por ello que se propone instaurar el 6 de octubre como Día del Trabajador Ferroviario, en razón a la contribución que estos trabajadores han hecho a la historia política y social del país. “Si bien se trata de una fecha aciaga, se ha transformado en una época de reencuentro de la familia ferroviaria y su historia, lo que contribuye a favorecer una convivencia sólida, reconociendo el aporte que, para ello, genera el respeto a las ideas y a las personas, y una constatación de que la paz, la libertad y la democracia triunfan por sobre la intolerancia y la violencia”, concluye el proyecto.