El mensaje central de las Iglesias Evangélicas y Pentecostales estuvo dirigido hacia la inclusión social; a considerar la perspectiva moral y valórica en el debate de la reforma educacional; y a impulsar una ley que garantice la igualdad religiosa.
Cumpliendo con lo que es ya una tradición desde 1975, hoy se realizó en Santiago la celebración del Te Deum Evangélico, con ocasión de las fiestas patrias, ceremonia que fue encabezada por la Presidenta de la República, Michelle Bachelet; por los titulares de la Cámara y del Senado, diputado Aldo Cornejo (DC) y senadora Isabel Allende (PS), respectivamente; y por el presidente de la Corte Suprema, Sergio Muñoz.
El evento, iniciado a las 11:05 horas con la llegada de la Presidenta Bachelet a la Catedral Evangélica, también contó con la asistencia del ex Presidente Sebastián Piñera, del Contralor Ramiro Mendoza y de parlamentarios de diversas colectividades políticas, así como de Ministros de Estado, altos miembros de las Fuerzas Armadas y representantes del cuerpo diplomático, entre otros.
La ceremonia, culminada cerca de las 12:40 horas, se desarrolló entre cantos y oraciones dirigidas por las más altas dignidades de las Iglesias Evangélicas y Pentecostales, siendo su punto más destacado el mensaje que entregara en la homilía el obispo Emiliano Soto, presidente de la Mesa Ampliada de Entidades Evangélicas.
El obispo Soto reflexionó particularmente sobre el especial momento que vive el país en torno a la discusión de la reforma educacional y llamó a considerar en este debate la opinión de las Iglesias Evangélicas y a mantener una perspectiva que no sólo contemple la acumulación de saberes, sino también una moral sólida y principios y valores importantes para una sociedad inclusiva.
Otro punto relevante de la homilía fue el llamado a la autoridad a avanzar en la igualdad religiosa, a través de una ley que garantice la igualdad de credos y la expresión de conciencia; que considere el obispado castrense evangélico; y que incluya la visión evangélica en el Ministerio de Educación. “Que Chile sea una mesa donde todos nos podamos sentar como hermanos y hermanas”, planteó el obispo.
Un tercer aspecto resaltado por Emiliano Soto fue el del consumismo y de la necesidad de abordar las diversas desigualdades sociales que existen en nuestro país. En este plano llamó a avanzar en la defensa de los derechos humanos, a relevar el papel de la mujer, a eliminar el lucro de la educación y a generar empleos más dignos.
Al término del encuentro, el Primer Vicepresidente de la Cámara, diputado Lautaro Carmona (PC), destacó el peso valórico del mensaje, así como su incidencia cultural en un porcentaje muy importante de la sociedad chilena. Reconoció los buenos deseos insertos en las palabras de los pastores hacia las autoridades nacionales y resaltó la reflexión sobre temas tan significativos como son la igualdad, la inclusión y el desarrollo de la educación en el país.
La diputada Maya Fernández (PS) agradeció la invitación y coincidió en la necesidad de avanzar en igualdad religiosa y en dignidad, sentando las bases de un país más justo, solidario, inclusivo y sin discriminación.
El diputado Joaquín Lavín (UDI) recalcó que siempre la homilía entrega un mensaje importante a la sociedad en su conjunto y reconoció en este caso la crítica al consumo y la necesidad de dar un mayor realce en nuestras vidas a los valores y principios que nos hacen ser mejores personas.
CÁMARA DEDIPUTADAS Y DIPUTADOS