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Publicado 14/10/2014 10:55:44

Nicolás Eyzaguirre afirmó que el negocio con Minmetals fue la mejor opción para sustentar el proyecto Gaby

En su calidad de Ministro de Hacienda y de miembro del directorio de Codelco en la época en que la operación de venta a futuro fue autorizada, el actual titular de Educación sostuvo ante la Comisión Investigadora de la Cámara que no había en aquel momento otra opción viable. La autoridad, en todo caso, dijo que el directorio sólo tuvo conocimientos generales de la transacción y adjudicó la responsabilidad directa a la presidencia ejecutiva.

En su calidad de Ministro de Hacienda y de miembro del directorio de Codelco en la época en que la operación de venta a futuro fue autorizada, el actual titular de Educación sostuvo ante la Comisión Investigadora de la Cámara que no había en aquel momento otra opción viable. La autoridad, en todo caso, dijo que el directorio sólo tuvo conocimientos generales de la transacción y adjudicó la responsabilidad directa a la presidencia ejecutiva.

Como la única opción financiera viable en 2005, para viabilizar el proyecto de la mina Gabriela Mistral, fue a juicio del ex Ministro de Hacienda y actual titular del Ministerio de Educación, Nicolás Eyzaguirre, el negocio de venta a futuro concretado con la empresa china Minmetals, que a la fecha implicó una millonaria menor ganancia para la estatal chilena.

Ante la Comisión Investigadora de la Cámara de Diputados sobre pérdidas de Codelco por ventas a futuro, el ex miembro del directorio de Codelco informó que la minera ya había sido alertada por la compañía de clasificación de riesgo Standard & Poor's, que su nivel de endeudamiento se acercaba a niveles que podían ocasionarle una revisión de su estatus.

Dijo que era fundamental para el Gobierno mantener el normal desempeño de la economía, lo cual dependía críticamente de mantener el riesgo país bajo raya, que es lo que no habían logrado Brasil, Uruguay, Perú, y Argentina, entre otros países. Así, agregó, no habiéndose recuperado la situación latinoamericana, era temerario seguir endeudando a Codelco, no solo por la empresa sino porque un aumento del riesgo de Codelco iba a tener un efecto inmediato sobre el riesgo de todas las empresas privadas y sobre el riesgo del soberano. En este plano, resaltó, como Ministerio de Hacienda descartaron la vía del endeudamiento.

Indicó que las posibilidades económicas de la época tampoco hacían viable avanzar en una capitalización y sostuvo que una tercera posibilidad, como era abrirse a capital privado a través de operaciones en bolsa, habrían provocado pérdidas varias veces superiores a las registradas por la menor ganancia que significó el negocio con China.

En este contexto de bajas alternativas, señaló que surgió la opción de financiar el proyecto Gaby por la vía de colaterarizar la deuda con lo producido de las ventas futuras, en otras palabras, hipotecar las ventas futuras. Especificó que el negocio concretado con Minmetals consistió en que un banco de china pagara a CUPIC (empresa en que participaban Minmetals y Codelco) US$500 millones por adelantado lo que permitía a Codelco poder realizar el proyecto minero.

“El que finalmente los precios hubiesen terminado mucho más altos de lo que fueron las ventas a futuro que permitieron tener este dinero para desarrollar Gaby, significó efectivamente que Codelco ganara menos dinero con Gaby del que habría ganado si lo hubiese financiado con deuda, pero ya vimos que no estaba disponible esa opción. Entonces, la mejor alternativa financiera fue la que se tomó”, enfatizó.

Responsabilidades y Paraíso Fiscal

Nicolás Eyzaguirre fue reiterativo en sus declaraciones en afirmar que el directorio de Codelco de aquella época no tenía el actual carácter de gobierno corporativo y que, por tanto, las directrices que les tocaba resolver a dicho organismo eran relativas sólo a la construcción superior de la empresa.

“El lado B es que se puede decir que los directores no eran responsables de nada. Eran políticas generales y toda la responsabilidad caía sobre la presidencia ejecutiva”, enfatizó en su presentación.

En esta perspectiva, dijo que, como director, no se le informó detalle alguno de la operación y sostuvo que sólo tuvo conocimiento de aspectos generales de la transacción, la cual se presentaba como un hecho.

Respecto de la polémica subsistente entre el Servicio de Impuestos Internos (SII) y Codelco en torno a la posible evasión de impuestos por radicar a la Copper Partners Investment Company Ltda. (CUPIC) en Bermudas, un reconocido paraíso fiscal, el ex Ministro de Hacienda recordó que Codelco ya tenía una filial en Bermudas y aseguró que no hubo una discusión de ninguna naturaleza respecto de pros o contras, o posibles conflictos con tratamientos tributarios.

Recalcó que CUPIC fue emplaza en Bermudas porque ni los chinos querían pagar impuestos en Chile ni los chilenos en China. “Ninguno quería dejar sus impuestos en el otro y se buscó un terreno intermedio”, destacó.

Indicó que la objeción que hace la OCDE sobre las empresas que se ubican en paraísos fiscales es que pueden hacer su contabilidad opaca al país de origen y tener problemas de elusión tributaria. “Pero eso no sucede con una empresa pública china, como era Minmetals respecto del servicio tributario chino, o una empresa pública chilena, como era Codelco respecto del SII, habida cuenta que las empresas públicas deben, por disposición legal, tener sus balances completamente transparentados. Menos aún tener un perjuicio fiscal, ya que lo que no figura como utilidad para efectos tributables, va a figurar como utilidad después de impuesto, lo que también son remitidos netamente al fisco según la ley de Codelco. No hay efecto fiscal alguno”, planteó.

Reacciones

El presidente de la Comisión, diputado Luis Lemus (PS) destacó que en las diez sesiones celebradas ya han logrado recopilar bastante material atingente a la investigación y, en este plano, valoró que Nicolás Eyzaguirre entregara su opinión sobre el tema desde la perspectiva de un ex Ministro de Hacienda, con una visión más centrada en los riesgos país.

Para el diputado Sergio Aguiló (IC), es difícil distinguir en el tema una “culpabilidad” y resaltó que, si bien el país dejó de percibir mayores ganancias, no se puede obviar el hecho que fue este negocio el que posibilitó el proyecto Gaby.

Recordó que todos los agentes del mercado de la época fueron incapaces de reconocer las futuras variaciones en el precio del cobre y determinaron pronósticos que no superaban el dólar la libra de cobre. “Si se quería financiar no había opción alguna, entonces ¿cuál es la culpa? ¿Que no previeron (la evolución del precio) si no había ninguna previsión seria, razonable y fundada de que el precio del cobre iba a ser distinto del que era?”, enfatizó.

El diputado Marco Antonio Núñez (PPD) afirmó que es posible comprobar que no existe responsabilidad política ni administrativa del actual Ministro de Educación en la toma de decisión de este negocio. Además, cuestionó que se levanten críticas sobre el negocio, atendiendo cifras de hoy y no considerando el contexto de la época; y compartió la visión de Eyzaguirre de que las atribuciones del directorio eran limitadas y estimó que se tendrá que buscar las responsabilidades en la toma de decisión en el equipo ejecutivo.

La diputada Paulina Núñez (RN) resaltó que fue el propio Ministro quien reconoció que éste fue un mal negocio y que se abrió a la posibilidad de renegociar este contrato, tal como lo estaría evaluando hoy el actual titular de Hacienda, Alberto Arenas. “Ya hemos conversado informalmente con el Ministro Arenas, para que el país tenga la posibilidad de estudiar una renegociación y logremos un nuevo contrato que no sea tan perjudicial como el que hoy esta operando. Esperamos que así sea”, sentenció.

El diputado Felipe Ward (UDI) destacó que “todos los invitados que asistieron a la Comisión reconocieron que este es un mal negocio y, desde esa perspectiva, todos nos han respaldado en la idea de firmar otro contrato con los chinos”. “Tan malo es el contrato, que no hay nadie que no reconozca que hay que firmar otro nuevo”, recalcó.

Ambos legisladores dijeron que no se está hablado en este caso de culpa o negligencia, sino de determinar qué es lo que ocurrió. “Sin embargo, claramente esto ha sido un mal negocio para Chile y de eso nadie duda”, remataron.