CÁMARA DEDIPUTADAS Y DIPUTADOS

Como una medida de persecución, previsible desde que se puso en evidencia pública las falencias de gestión de la cabeza gerencial de la División El Salvador, fue a juicio del ex inspector técnico de obras de la estatal, Manuel Meriño, su desvinculación y la de otros trabajadores de la empresa, en el contexto del robo de concentrado que sufrió la cuprífera.

"Veníamos hablando en sesiones anteriores que había una persecución y hostigamiento y que, obviamente, terminó con nuestro despido. Esto lo veníamos venir por la forma en cómo estaba actuando la administración en la División y, obviamente este resultado era esperado", recalcó ante la Comisión Investigadora de la Cámara de Diputados sobre robo de concentrado de cobre de Codelco.

El ex supervisor planteó que la desvinculación es una consecuencia directa de haber expuesto ante la Comisión que la responsabilidad del robo no estaba radicada en el nivel medio, sino que en la administración de la empresa.

Sostuvo que la empresa no ha aprendido nada de la lección dejada por el robo y afirmó que los problemas de control permanecen. "Ellos dicen que van a controlar 60 a 100 camiones con una persona no dedicada en forma exclusiva para evitar que roben, eso es algo que no tiene mucho asidero. Ese control es deficitario y carente de efectividad", recalcó.

Informó que, tras su desvinculación y la de sus colegas, toda la unidad existente se desarmó y se mantuvo el principio de polifuncionalidad, cargándole las tareas a otro supervisor. Insistió que las fallas de control van a seguir ocurriendo porque el modelo de gestión es el que efectivamente tiene problemas y es el que es vulnerable y permite este tipo de situaciones.

Estimó que las desvinculaciones tuvieron su razón en la necesidad de representar una puesta en escena mediática de parte de la gerencia para mostrar que se había hecho algo sobre el tema, sin avanzar en las verdaderas medidas tendientes a superar las fallas.

Recordó que, en julio pasado, denunció ante la gerencia que había "un soplo" de que se estaba cambiando concentrados y que era necesario investigar e incorporar otros actores para verificar la efectividad de los hechos, sin que hubiera ninguna reacción ni de la fiscalía ni del gerente. En este plano, criticó que ninguna de estas autoridades fue desvinculada, sino que trasladadas a otras unidades de la estatal. "Los roles A, desde el superintendente hacia abajo, todos fueron desvinculados. ¿Por qué el trato de los ejecutivos es distinto a la de los supervisores? Es una diferencia muy grande", sentenció.

El presidente de la Comisión, diputado Lautaro Carmona (PC), valoró el testimonio entregado por los trabajadores desvinculados y estimó que su situación abre una nueva arista dentro del cometido de la instancia.

"Nos preguntarnos y es menester saber hasta el detalle, por qué la empresa resolvió, por la vía del trabajo de una auditoría externa, terminar con el contrato de dos personas directamente vinculadas con el proceso de la investigación", cuestionó.

Estimó pertinente que la gestión de una empresa no caiga en abusos de autoridad y no resuelva adelantar, "cortando por lo más delgado", un tema que bien vale llevar hasta el final y que implica actualizar la gestión, de modo que cuando algo falla, se pueda determinar con precisión la responsabilidad de esa falla.

El legislador dijo que los ex funcionarios entregaron antecedentes válidos para la propuesta que hará la Comisión a la Sala y comunicó que hay compromisos de la actual gerencia de la División de reunirse con quienes fueron desvinculados, en la perspectiva de abordar una posible reincorporación.