Volver
Publicado 11/09/2013 13:30:46

Presidentes de la Cámara y el Senado realizan declaración conjunta por los 40 años del 11 de septiembre

Ambos legisladores reafirmaron que en una democracia plural y representativa se debe cultivar el diálogo y la construcción de consensos políticos, sociales y económicos para construir un Chile más justo y más solidario.

Ambos legisladores reafirmaron que en una democracia plural y representativa se debe cultivar el diálogo y la construcción de consensos políticos, sociales y económicos para construir un Chile más justo y más solidario.

El presidente de la Cámara de Diputados, Edmundo Eluchans (UDI), señaló que “al cumplirse hoy 40 años del día en que se quebró nuestra democracia, el 11 de septiembre de 1973, el presidente del Senado, Jorge Pizarro y yo, como Presidente de la Cámara de Diputados, hemos convocado esta conferencia porque aunque podamos tener visiones distintas acerca de las causas y quizás también acerca de las consecuencias del golpe de Estado, creemos que tenemos algo que decir principalmente en lo relativo a ver el futuro de nuestro país, y a la imperiosa necesidad de evitar que se repitan las situaciones que llevaron al 11 de septiembre y a los hechos posteriores a esa fecha".

"Mi intención es formular un aporte al reencuentro de los chilenos desde la óptica del sector político al que pertenezco y que mayoritariamente apoyó la intervención militar, pero con total independencia personal y pensando en lo que estimo es el bien superior de mi país.

"Yo hoy no soy candidato a cargo alguno y tengo el honor de presidir la Cámara de Diputados. Creo que ambas circunstancias me otorgan la más completa libertad de juicio para expresar mis puntos de vista, los que quiero sintetizar en tres puntos:

"Primero, que en mi opinión la inexistencia de una visión común sobre las causas de la intervención militar y sobre las responsabilidades políticas previas y posteriores, no representa un impedimento para lograr construir un futuro común más tolerante y respetuoso de las ideas ajenas, capaz de generar mecanismos institucionales para que nunca la fuerza reemplace a la política en la solución de las controversias internas del país. Podemos pensar distinto respecto del pasado y ello no debe ni puede obstaculizar el reencuentro en las tareas del futuro.

"Segundo, acerca de la forma en que podemos avanzar en la creación de un clima que mejore la convivencia política, creo que para el logro de un país más unido y reconciliado, se requiere abordar con generosidad, lealtad e inteligencia las exigencias que recíprocamente aún hoy se formulan las fuerzas políticas del país y que se logra con gestos políticos concretos.

"Para ello quiero reiterar mi idea de suscribir un Acuerdo Nacional destinado a resolver grandes controversias políticas y temas sociales relevantes, como el cambio y perfeccionamiento del sistema binominal, la forma en cómo debe enfrentarse la violencia y el vandalismo instalado como práctica en las manifestaciones políticas; el financiamiento de la educación superior, la prioridad nacional para resolver la pobreza extrema y el enorme desafío de mejorar el sistema previsional frente a una población que vive cada vez más años, entre otros temas.

"Si las coaliciones políticas fueran capaces hoy de concitar ese acuerdo nacional, abordando y resolviendo eficazmente con concesiones recíprocas algunos de estos temas, podríamos ofrecerlos de manera simbólica en nombre de quienes fueron víctimas de la violencia a ambos lados del espectro político.

"Finalmente, quiero formular un llamado a erradicar la violencia en Chile. Resulta incomprensible que reconociendo que la violencia fue una de las causas que generaron la crisis institucional que desembocó en los hechos del 11 de septiembre, se acepte que ella siga siendo un método de acción política afectando la vida e integridad de personas inocentes.

"Formulo un llamado especialmente a las nuevas generaciones, para que el recuerdo de los dolorosos momentos que se vivieron en el pasado no conlleve nuevos costos en vidas humanas, cuyo cuidado ayer y hoy representan un valor superior en la convivencia de todo país civilizado”.

Por su parte, el Presidente del Senado, Jorge Pizarro (DC) afirmó que “Hace 40 años vivimos la tragedia del quiebre de nuestra convivencia democrática. Las rencillas y las divisiones reemplazaron la búsqueda del diálogo como mecanismo de solución de los conflictos en nuestra institucionalidad democrática.

"El quiebre de la institucionalidad democrática, el cierre del Congreso y la instalación de una lógica de amigos y enemigos, que permitió la violación de los derechos humanos fundamentales de miles de compatriotas, es una situación en que todos los actores de la sociedad chilena tenemos responsabilidad.

Al cumplirse los 40 años de la tragedia democrática, junto con nuestra capacidad de aprendizaje de los errores que explican el quiebre democrático, debemos mirar también al futuro para que junto con las nuevas generaciones, y de modo transversal, nos comprometamos a que nunca más en Chile se interrumpirá la vida democrática, nunca más se acepten las violaciones a los derechos humanos y nunca más aceptemos que se clausure el Parlamento, que es la instancia de representación de la soberanía popular.

Las fuerzas políticas democráticas representadas en el Congreso, reiteramos nuestra convicción que la democracia, el respeto a los derechos humanos y las libertades, y la plena vigencia del Parlamento como órgano representativo de la soberanía popular, es la forma de convivencia que hemos optado como sociedad.

En una democracia plural y representativa debemos cultivar el diálogo permanente y apuntar a construir consensos políticos, sociales y económicos que nos permitan gradualmente construir un Chile más justo y más solidario.

El Congreso, tanto diputados y senadores, reiteramos nuestra convicción de que nuestra misión es no repetir los errores y las divisiones de hace 40 años, y que siempre buscaremos de modo inclaudicable privilegiar el diálogo y la construcción de consensos con sentido de futuro, para que nunca más en el país se repitan hechos tan dolorosos y ajenos a nuestra bicentenaria tradición democrática.

La gran mayoría de los chilenos y chilenas quiere vivir en un Chile que se caracterice por su convivencia democrática pacífica, tolerante ante la pluralidad, respetuosa de las libertades públicas, con un desarrollo social inclusivo y con capacidad de diálogo y acuerdo para que el país progrese para todos.

Si preservamos esos valores, la tragedia del año 73 no se repetirá, y ese es el compromiso futuro que nos debe animar a todos, al menos a diputados y senadores que por decisión soberana de nuestros compatriotas los representamos en la institución básica de una democracia, que es el Parlamento. Para que nunca más en Chile la intolerancia, el odio, la polarización, la violencia como método de acción política. Ese es nuestro compromiso”.