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Historia del Congreso Nacional

Nuestro Parlamento es uno de los más antiguos del mundo. Es precedido solo por los del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, Francia y Estados Unidos de América del Norte, cuyas democracias son reconocidas como las más avanzadas y estables del mundo.

En nuestra vida republicana la institución del Congreso Nacional responde, desde los albores de la Independencia, a muy antiguas tradiciones hispanas, las que se remontan al derecho foral español y a la obra de San Isidoro de Sevilla. Ya en el siglo XII aparecen en España las Cortes de Aragón (1188) como órganos consultivos, constituidas por nobles, clérigos y burgueses, que tuvieron una injerencia cada vez mayor, especialmente en el establecimiento de los tributos como una forma de limitar el poder real.

De este modo, cuando el 18 de septiembre de 1810 hizo uso de la palabra en la Sala del Tribunal del Consulado de Santiago el Procurador de la ciudad, don José Miguel Infante, para fundamentar la necesidad de constituir una Junta Gubernativa, fundó su posición en las más antiguas tradiciones jurídicas de la península ibérica. Señaló que, habiéndose producido la vacancia de la Corona por la usurpación napoleónica de 1808, el poder ostentado por el monarca legítimo, que había sido depuesto, volvía al pueblo, y así este podía elegir a las autoridades que lo representarían siguiendo el ejemplo de la Junta de Cádiz.

La misma idea se encuentra en el acta de esa sesión, en la cual se indica que el poder radicará en dicha Junta, "mientras se convocaban y llegaban los Diputados de todas las provincias de Chile para organizar lo que debía regir en lo sucesivo.". El 15 de diciembre de 1810 se convocó a elección de Diputados al Congreso Nacional, en el marco de la primera ley de elecciones por sufragio directo. En marzo de 1811 ya se había efectuado la elección en todo el país, con excepción de Santiago y Valparaíso. En Concepción triunfó la tendencia realista, la que no quería introducir modificaciones en el sistema político; en el resto del país las fuerzas estaban más equiparadas. Santiago decidió esta situación el 6 de mayo de 1811, fecha en que triunfó el ideal patriota.

La muerte de don Mateo de Toro y Zambrano, Gobernador interino y Presidente de la Primera Junta de Gobierno en febrero de 1811, permitió el ascenso al poder de los grupos más resueltos en favor de la causa independentista, encabezados por don Juan Martínez de Rozas. En este contexto se celebra el 4 de julio de 1811, en Santiago, la Sesión de Instalación del Primer Congreso Nacional. En este Congreso de carácter unicameral se dio cabida, por primera vez, a las principales tendencias predominantes en la época: la realista, partidaria de la sujeción monárquica a España, y la patriótica, partidaria de la independencia.

Este primer Parlamento, que estuvo formado por 41 Diputados que representaron a las principales ciudades del país, tuvo como tarea fundamental sentar las bases institucionales de la naciente República.

Sin embargo, no todos eran partidarios de los avances que habían de llevar a la independencia. La experiencia de que el poder no podía ser administrado por tantos hizo que el 11 de agosto de 1811 el Congreso eligiese una Junta Ejecutiva, compuesta por tres miembros.

La vuelta al país de don José Miguel Carrera produjo una aceleración del proceso independentista, pero ello significó finalmente el golpe de estado del 15 de noviembre de ese mismo año que disolvió el Congreso y creó una nueva Junta.

Una vez afianzada la Independencia en 1818 se inició un período de ensayos constitucionales, los que darían al Estado de Chile su forma definitiva. La Constitución de 1822 dispuso la creación de un sistema bicameral compuesto por el Senado y la Cámara de Diputadas y Diputados, el cual se consolidó al entrar en vigencia la Constitución de 1828. A contar de ese año comenzaron a numerarse los períodos legislativos de cuatro años cada uno. El sistema bicameral fue reafirmado por las Constituciones de 1833, 1925, 1980 y 2005.

Son varios los momentos en la historia de Chile en que, como consecuencia de profundas crisis, el Congreso ha visto interrumpida su labor: noviembre de 1811; febrero de 1891; septiembre de 1924 y septiembre de 1973

El Congreso Nacional ha sido pilar fundamental de la convivencia cívica, lugar en donde han convergido las más variadas posiciones ideológicas. El actual Congreso Nacional es el LIV, quincuagésimo cuarto, en la historia parlamentaria chilena.