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Publicado 04/05/2016 13:30:29

Especialistas en ergonomía pidieron diferenciar tipos de esfuerzos en ley sobre trabajos pesados

Eduardo Cerda, académico-investigador de la U. de Chile, resaltó que la normativa, junto con rebajar los pesos máximos de 50 a 25 kilos, debe considerar las diferencias entre los trabajos. En la misma ocasión, el gremio de los molineros dió su apoyo al proyecto y solicitó unificar la norma también para las importaciones. Finalmente, la CChC llamó a ampliar el plazo de puesta en marcha de los nuevos límites y fijar la norma en estudios realizados en el país.

Eduardo Cerda, académico-investigador de la U. de Chile, resaltó que la normativa, junto con rebajar los pesos máximos de 50 a 25 kilos, debe considerar las diferencias entre los trabajos. En la misma ocasión, el gremio de los molineros dió su apoyo al proyecto y solicitó unificar la norma también para las importaciones. Finalmente, la CChC llamó a ampliar el plazo de puesta en marcha de los nuevos límites y fijar la norma en estudios realizados en el país.

El Laboratorio de Ergonomía de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile entregó su apoyo al proyecto de ley (boletín 8511) que reduce el límite de carga manual para trabajos pesados, aunque llamó a efectuar perfeccionamientos, en particular, diferenciando los distintos esfuerzos y poniendo atención a los factores que influyen en la labor, como por ejemplo, la frecuencia, distancia y el medioambiente.

Eduardo Cerca, doctor en ergonomía y académico-investigador del citado Laboratorio, planteó que la norma de los 25 kilos que propone el proyecto de ley (se rebaja de un límite actual de 50 kilos) considera bases generales internacionales ampliamente aceptadas y no cuestionadas, por lo que evaluó que los desafíos en esta materia están dados en otro ámbito.

"Es importante establecer procesos de análisis donde partamos por la identificación, evaluación, control de los factores de riesgo y seguimiento. A partir de lo anterior, necesitamos instrumentos técnicos que sostengan dicho proceso. Hoy tenemos experiencias que han corrido en paralelo, por ejemplo, la norma de evaluación de los trastornos muscoesquelético de extremidad superior, donde se ha logrado establecer un instrumento técnico que orienta la evaluación y permite establecer niveles (bajo, medio y alto), definir prioridades y periodicidad en la intervención", precisó.

Planteó que, bajo dicha perspectiva, la ley de manipulación manual de carga requiere precisar que el guarismo que se baja de 50 a 25 kilos vela solo por tres de las cinco posibilidades de manipulación de carga, esto es, elevación, transporte y depósito, quedando en otro plano los esfuerzos de empuje y arrastre, que son físicamente diferentes y donde se deben establecer otros límites kilógramos/fuerza.

Indicó que hoy existen instrumentos para evaluar el riesgo de manera más objetiva, que consideran factores del proceso, del entorno, frecuencia, distancia, ángulos de manipulación, altura, sistema de agarre y posturas. Sobre la base de estas variables, acotó, se puede determinar el límite de peso real recomendado para cada labor.

Planteó la necesidad de establecer protocolos de aplicación del instrumento y una obligatoriedad de hacerlo, "de modo que exista un denominador común, donde los diferentes actores evalúen y analicen con los mismos instrumentos y lleguen a acuerdos a partir de esos instrumentos".

Molineros y CCHC

El gremio de los molineros, representados por Sergio Ossa y Juan Enrique Ojeda, también entregó su apoyo al proyecto de ley y resaltó que en el rubro ya se está avanzando en la materia, al rebajar los sacos de harina de 50 a 25 kilos.

Sin embargo, llamaron a tomar en cuenta que la norma puede ser superada por la realidad, dado que tanto los operarios como las panaderías buscan desarrollar el proceso de descarga lo más rápido posible. En este plano, se sugirió avanzar en el mediano plazo en sistemas mecanizados de recepción de los sacos.

Además, los molineros pidieron unificar la norma de límite para los productos importados, evitando así que lleguen sacos de mayor capacidad a la exigida en el país.

Por su parte, la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), representada por la abogada Muriel Sciaraffia, dijo estar a favor de avanzar en una mayor protección de la salud de los trabajadores y entregó variadas estadísticas relativas a los accidentes de carácter lumbar y contracturas, registrados en el sector.

Entre los antecedentes expuestos, se informó que un 34% de las tareas representan un alto riesgo de desarrollar un lumbago; un 59%, un nivel medio; y un 7%, un nivel bajo. Se precisó que, dentro del primer grupo, los que presentan efectivamente una mayor tasa de accidentabilidad son las labores de jornal y carpintero.

Respecto del proyecto, se estimó que va en una dirección correcta, pero se criticó que no existan estudios científicos chilenos que den cuenta de la realidad fisionómica de los trabajadores nacionales, discriminando entre mujeres y hombres.

Además, se llamó a ampliar el plazo de aplicación de la ley, de 12 a 24 meses, con el objeto de adecuar los contratos existentes.

Reacciones

El presidente accidental de la sesión, diputado Patricio Melero (UDI), evaluó muy positivamente el encuentro y consideró que se hicieron aportes interesantes que la Comisión tendrá que discutir en las próximas sesiones. "Creo que hay un consenso muy amplio que el límite de carga o de manipulación debe bajarse de los 50 kilos que actualmente está establecido en nuestro Código de Trabajo y llevarlo a un valor de 25 kilos", precisó.

Destacó que los molineros fueron muy claros en respaldar la ley, en tanto que la CChC, si bien dijo apoyar la necesidad de proteger a los trabajadores, hizo un punto respecto de tener estudios nacionales que refrenden la cantidad de kilos y lo relativo al plazo de entrada en vigencia. "Tenemos que discutirlo, pero yo creo que lo más interesante ha sido la necesidad, planteada por el experto de la Universidad de Chile y del Laboratorio de Ergonomía, de relacionar la diferencia que hay entre levantar una carga o el transporte, con empujar una carga. No es lo mismo levantar, empujar o trasladar y se plantea la necesidad de hacer una diferencia en eso y establecer criterios técnicos para fijar un valor definitivo", remarcó.

El diputado Gabriel Boric (IND) coincidió en que, a la luz de lo expuesto por el especialista en ergonomía, es necesario perfeccionar la ley a través de una distinción de los esfuerzos, donde el empuje y el arrastre tendrían un tratamiento especial.

"Lo otro es una propuesta bien interesante que apareció en la discusión, que es hacernos cargo de las importaciones, porque muchas de ellas, en particular las de China, vienen en carga de sacos de 50 kilos y eso no está contemplado en el proyecto tal como está ahora", detalló.

Respecto de la intervención de la CChC, consideró que no solo fue contradictoria, sino que además terminó "apelando a la postergación en pro de los intereses empresariales". "Pidieron 24 meses y que haya estudios chilenos, porque la fisionomía de los chilenos difiere de la del resto. Desde mi punto de vista son tácticas dilatorias para tratar de demorar lo máximo posible la implementación de una ley de estas características", sopesó.