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Publicado 19/07/2016 12:00:00

Agrupación "La tarea es sin tareas" defendió que educación de calidad no requiere carga de trabajos para los alumnos

El movimiento ciudadano remarcó la necesidad de sacar adelante nuevas generaciones que sean exitosas, pero felices y, en este plano, llamó a pensar en el interés mayor de los niños y niñas de nuestro país. Entre los datos aportados, resaltaron el impacto que genera un mayor nivel de agobio académico y de horas dedicadas al estudio, en desmedro de su descanso, salud y vida familiar.

El movimiento ciudadano remarcó la necesidad de sacar adelante nuevas generaciones que sean exitosas, pero felices y, en este plano, llamó a pensar en el interés mayor de los niños y niñas de nuestro país. Entre los datos aportados, resaltaron el impacto que genera un mayor nivel de agobio académico y de horas dedicadas al estudio, en desmedro de su descanso, salud y vida familiar.

Defender los derechos de la niñez, su salud física y mental y la entrega de una educación adecuada son los objetivos principales del movimiento ciudadano "La tarea es sin tareas", agrupación que se hizo presente ante la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados para exponer los lineamientos de su postura.

La sicóloga Vinka Jackson resaltó que el movimiento lleva tres meses de existencia, congregando a la fecha a alrededor de 89 mil personas, entre profesores y padres de todo tipo de establecimientos educacionales.

Dijo que la premisa de la agrupación partió de la pregunta si era posible avanzar en una educación de calidad, sin la necesidad de una carga de tareas tan relevante como la que se desarrolla hoy en día. "Nosotros estamos convencidos que sí", afirmó.

Planteó que es tiempo que los adultos "hagan sus tareas" y promuevan nuevas generaciones que sean exitosas, pero felices. Estimó que, para que ello ocurra, es necesario realizar diversas acciones: que los responsables de la política pública sean visionarios y competentes en la toma de decisiones; que los profesores estén empoderados y puedan proponer caminos de aprendizaje significativos a sus estudiantes, únicos y diversos; que las familias asuman su rol como los principales responsables del cuidado y educación de sus hijos; y también de la relación colaborativa entre las familias y los docentes, como un pilar indispensable para el desarrollo de los niños y el fortalecimiento de la educación.

"Ellos (niños y niñas) están primero y el criterio primordial es su cuidado, el de sus etapas, su salud, sus necesidades de aprendizaje, sus derechos y, entre ellos, el de una educación de calidad digna de este milenio", acotó.

Recordó que, a fines de mayo de este año, se presentó en el Senado un proyecto de ley que busca eliminar las tareas escolares, el que estimó requiere de mayor discusión a través de una mesa técnica donde se considere como centro a los niños, donde participen los docentes y las familias y donde se evalúen políticas públicas responsables y toda la experiencia y evidencia que existe a nivel nacional e internacional para resolver este problema.

Datos

La siquiatra Pilar Del Río resaltó que el movimiento busca impactar en algo que puede tener una solución hoy, aunque reconoció que el tema es solo la punta del iceberg de un problema más complejo del que se hacen parte otros aspectos del ámbito educativo, como bases curriculares extensas, el agobio docente y la existencia de metodologías antiguas sobre dosis de horas.

Indicó que, efectivamente, hay posturas que estiman que las tareas escolares son una herramienta beneficiosa para la generación de hábitos y para la creación de vínculos entre padres e hijos. Sin embargo, dijo que el movimiento plantea que las tareas no solo no son una herramienta útil, sino que, además, son destructivas, lesivas y dañinas para la salud y para el desarrollo de los niños.

Informó que el 70% de los estudiantes pasa ocho o más horas en el establecimiento educacional y que más del 95% de los encuestados afirmó tener actividades académicas obligatorias para su casa. Asimismo, indicó que las cifras señalan que las tareas duran entre una a tres horas para la mitad de los estudiantes, en tanto que para el 12% de los estudiantes la cifra supera las tres horas.

Criticó que las tareas reducen el tiempo de los niños y aseguró que los datos señalan que los menores de 13 años solo disponen de dos horas para alimentación, descanso y vida familiar. Además, remarcó que el 50% de los estudiantes ya ha sido diagnosticado médicamente por alguna patología que se relaciona con la sobreexigencia académica y destacó que esta situación puede ser gatillante para la aparición de enfermedades de salud mental en niños y ser causal, por esa vía, de suicidios (informó que entre jóvenes de 15 a 24 es el suicidio es la segunda causa de muerte, mientras que en niños de 10 a 14 es la tercera).

El profesor de matemáticas Carlos Ruz observó que los establecimiento educacionales tienen menos tiempo para recreo y sostuvo que están focalizados en una estructura del "hacer para hacer". Además, resaltó que las tareas no toman en cuenta las capacidades diversas de los niños y aseguró que sus contextos muchas veces cubren contenidos que no son revisados en clases.

"En Chile, el 74% de los aprendizajes depende del contexto, si eso no se considera al hablar de educación, entonces estamos desconociendo la realidad en nuestro país", planteó.

Asimismo, cuestionó los resultados de la jornada escolar completa en Chile, tras 15 años de aplicación, y observó que en los países de la OCDE el promedio de horas es de 921 anuales, mientras que en Chile es 1205 horas anuales, más las tareas.

Durante el debate, los parlamentarios de las diversas colectividades políticas expresaron su interés por el tema y declararon su intención de hacer un seguimiento al proyecto en trámite en el Senado, con el objeto de que este adopte los lineamientos adecuados en pro del interés mayor de los niños y niñas de nuestro país.