El ministro Secretario General de la Presidencia, Felipe Ward, expuso los ejes de su propuesta para reducir el número de diputados y senadores que pasan por criterios de ahorro presupuestario para el Estado, la baja votación con que son electos algunos legisladores y la actual desproporcionalidad territorial.
La aprobación en general de los proyectos refundidos que proponen reducir el número de congresistas se produjo en noviembre pasado, como parte de un compromiso con el oficialismo que condicionó la aprobación con la rebaja de la dieta parlamentaria.
Se trata de dos propuestas, una de Chile Vamos (boletín 11.692); y otra, de diputados de oposición y oficialismo (boletín 12.346). Ambas consideran que el aumento de congresistas ha significado mayor gasto para el Estado y cuestionan que algunos fueron elegidos con baja representatividad.
Criterios compartidos por el Ejecutivo que presentó una indicación sustitutiva a dichos proyectos. El ministro secretario general de la presidencia, Felipe Ward, señaló que la idea forma parte del programa de Gobierno y fue incorporada a la agenda social, luego de las manifestaciones sociales.
En concreto, propone volver al número de parlamentarios que existía antes que se reemplazara el sistema binominal por uno proporcional. Con 120 diputados y llegando a 40 senadores, estableciendo mínimos y máximos para elegir entre dos y ocho diputados por distrito; y entre dos y cinco senadores por circunscripción.
Ward explicó que no se establece un número fijo, atribución que se entrega al Servicio Electoral, de acuerdo al número de población. Definición que se realizaría en abril de 2020 con cifras del Censo 2017, para la elección parlamentaria del año 2021.
Asimismo, se mantiene la norma que señala que el Servel debe actualizar los escaños cada 10 años, a contar de las elecciones de 2025.
Reacciones
Uno de los impulsores de la reducción parlamentaria, diputado Jorge Alessandri (UDI) explicó que el proyecto corrige distorsiones del sistema, como la desproporcionalidad del voto en distritos y regiones.
“Tarapacá, teniendo muchas más habitantes, elige tres diputados y Atacama teniendo mucho menos elige cinco. Por lo tanto, había distorsiones, y lo que hace el proyecto del Gobierno es, en vez de esperar hasta el 2027 que el Servel haga estos ajustes, lo adelanta y le pide al organismo que lo haga ahora”, aclaró.
El objetivo, agregó además, es “reducir un poco el número de parlamentarios, volver a los 120; eliminar los diputados con menos de 3% para que tengan la legitimidad necesaria; y llegar algo más cerca, -porque ningún sistema llega al 100%-, a la igualdad del voto. Que la persona que vota en Aysén o Iquique tenga más o menos el mismo peso en sus representantes”.
Diputados de oposición consideraron inoportuno legislar sobre la materia durante la definición del proceso constituyente, que puede modificar la Carta Fundamental en corto plazo, y plantearon que se debe abrir el debate para considerar nuevos escaños para pueblos originarios.
El legislador Leonardo Soto (PS) se manifestó contrario a la iniciativa, ya que el Gobierno no se hace cargo de los efectos en las regiones y para el sistema democrático.
“La primera consecuencia es que gran parte de la representación que tienen hoy día las regiones se reduciría. Hay muchas regiones que tiene cinco o cuatro parlamentarios, probablemente, muchas de ellas se reducirían a dos o tres parlamentarios como máximo”, resaltó.
Al mismo tiempo, el parlamentario añadió que “las regiones que tienen mayor cantidad de habitantes, como lo son Valparaíso, Bío Bío y Metropolitana, aumentarían considerablemente su representación parlamentaria, lo que afectaría negativamente al resto de las regiones del país. También se reduciría el espectro político que está representado en el Parlamento, se limitaría básicamente a las dos grandes coaliciones”.
Tras las opiniones de los parlamentarios, el ministro Ward planteó que se debe considerar la opinión de la ciudadanía para ver si están de acuerdo con el actual número de parlamentarios y si se sienten representados. Ello podría determinarse vía encuestas para seguir adelante con el proyecto.
Dicha propuesta, a juicio del diputado Soto, se debiera considerar igualmente en el caso del Presidente Sebastián Piñera, que tiene baja valoración ciudadana y que serviría para convocar un referéndum revocatorio.
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