En la Comisión de Educación, diversas organizaciones se refirieron a las iniciativas que buscan incluir la educación sexual en los diferentes niveles educativos. En su mayoría, respaldaron la entrega de información para niños y jóvenes, tarea que debe ser compartida entre el Estado y las familias.
La Comisión de Educación continúa con las audiencias para el estudio de las mociones refundidas sobre educación sexual en los establecimientos educacionales (boletines 12.955, 12.593, 12.542 y 11.710).
En primer lugar expuso Rocío Garcés, encargada de capacitaciones de la Asociación Chilena de Protección de la Familia (Aprofa), organización con más de 50 años de existencia. Explicó que, según la experiencia en las escuelas, los docentes requieren herramientas didácticas para el trabajo con apoderados.
Reconoció que hay resistencia de algunos padres, pero estimó necesario derribar mitos y estereotipos como que la educación sexual tiene un impacto en el inicio sexual temprano, lo que, a su juicio, no es real, por cuanto solo permitiría que los jóvenes estén mejor preparados y tengan mayor capacidad de decisión.
Luego, fue el turno de la doctora en sicología e investigadora de la Universidad de Chile, Irma Palma, quien señaló que Chile necesita una ley de educación sexual y género, para poner término al bloqueo de instituciones conservadoras. Agregó que el Estado tiene un mandato con los estudiantes que tienen derecho a la educación en sexualidad e igualdad de género. Por último, señaló que no todas las familias son protectoras, por lo que el Estado debe asumir dichas complejidades.
Otras exposiciones
Posteriormente, intervino Marcela Aranda, en representación del Observatorio Legislativo Cristiano, quien señaló que recopilaron 80 mil firmas en contra de estos proyectos, para sostener que los padres tienen el derecho preferente en la educación de sus hijos.
Manifestó que no están de acuerdo con algunos puntos de la educación sexual de 0 a 4 años y que no quieren que el Estado intervenga en las familias ni en sus casas, ya que la educación sexual que se ofrece no es neutral con los jóvenes y presenta actividades invasivas en las emociones y la espiritualidad. Finalmente, dijo que el sexo es un regalo de Dios, pero tiene responsabilidades espirituales al respecto.
También expuso el Círculo de estudiantes viviendo con VIH. Matías Marín explicó que realizan talleres con jóvenes y criticó que se confunda la salud reproductiva con la educación sexual, así como el fin de los métodos anticonceptivos con los profilácticos, entre otros temas. Por ello, insistieron que la educación es fundamental.
“La educación sexual es importante dentro de la sociedad, porque no solamente es para prevención de VIH o Infecciones de Transmisión Sexual (ITS), sino entregar las herramientas necesarias para niñas, niños y adolescentes para que vivan una sexualidad plena, dejar de ver la sexualidad como un castigo y entregar la información necesaria para que al momento de vivir su sexualidad conozcan sus derechos”, manifestó.
Por último, participó Leonardo Arenas, coordinador del Programa País de Aids Healthcare Foundation. Para él, es deber del Estado promover el derecho a la educación, que incluye el derecho a la educación sexual, que es un derecho humano en sí mismo. Ello, para disfrutar el derecho a la salud, a la información y a los derechos reproductivos.
Reacciones
El diputado Gonzalo Winter (CS) explicó los fundamentos de las iniciativas sobre educación sexual que buscan apoyar a niños y jóvenes en el conocimiento del cuerpo humano.
“En una sociedad en donde condiciones como el VIH se expanden a la velocidad que se expanden, en donde el embarazo adolescente se expande a la velocidad que se expande y en donde el abuso sexual a menores, sobretodo en situaciones de confianza, tales como la familia o la iglesia, lo que necesitamos es justamente entregarle a los niños las herramientas necesarias para que ellos puedan identificar situaciones de riesgo”, señaló.
Por su parte, el diputado Luis Pardo (RN) explicó que se amplía la educación sexual al nivel parvulario y recalcó que se debe considerar la opinión de los padres.
“La educación sexual bien entendida incluye, por supuesto, el conocimiento del cuerpo, la afectividad, una serie de conocimientos que son aplicables desde la más temprana edad. Sin embargo, obviamente, esto tiene que ser de acuerdo a la orientación y el consentimiento de los padres, porque de lo contrario se puede prestar para contenidos que no son necesariamente compatibles ni con la edad, ni con los valores que propugna la familia del niño", evaluó.
Por lo tanto, dijo que tienen que resolver muy bien ese aspecto para seguir avanzando con el proyecto.
La comisión continuó la jornada del lunes 20 y martes 21 con más audiencias y se considera una sesión más, para recibir a diversas organizaciones y especialistas en educación sexual, antes de proceder a la votación en general de la iniciativa.
CÁMARA DEDIPUTADAS Y DIPUTADOS