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Publicado 20/01/2020 15:30:00

Evalúan ley que protege integridad de hijos de padres separados

El Departamento de Evaluación de la Ley de la Cámara de Diputados entregó su balance sobre la normativa que protege la integridad de los hijos cuando sus padres viven separados.

El Departamento de Evaluación de la Ley de la Cámara de Diputados entregó su balance sobre la normativa que protege la integridad de los hijos cuando sus padres viven separados.

En una actividad realizada en la Biblioteca del Congreso Nacional, en la sede Santiago, el Departamento de Evaluación de la Ley de la Cámara de Diputados hizo entrega del estudio a la Ley 20.680, cuyo objeto es proteger la integridad del menor, en caso de que sus padres vivan separados.

La norma basa el cuidado en el principio de corresponsabilidad, en virtud del cual ambos padres, vivan juntos o separados, participarán en forma activa, equitativa y permanente en la crianza y educación de sus hijos.

El departamento hizo un análisis de los principales efectos que esta ley ha tenido en el país, además de reunirse con diferentes organizaciones sociales a nivel nacional.

Así lo explicó el presidente del Comité Evaluación de la Ley, diputado Pablo Lorenzini (DC), quien señaló que, para abordar los perfeccionamientos a la legislación actual, se trabajó, por ejemplo, con la agrupación Amor de Papá, “para abordar la norma que tiene una serie de deficiencias”.

“En base a eso y al estudio que se hizo, elaboramos un nuevo proyecto de ley que busca abordar estos vacíos; hemos trabajado, al igual que con otras ya diez leyes, en temas que hemos logrado armonizar entre todos, para mejorar las normas en virtud de lo que nos comentan las organizaciones, las regiones, las universidades, los expertos”, precisó.

De acuerdo a lo señalado en la presentación, una de las principales conclusiones a las que arribó la investigación se refiere a la falta de sintonía de la norma con los cambios culturales requeridos para poder comprender los vínculos familiares en la forma en que propuso el legislador.

Por ello, concluye el documento, más que una modificación legal, el ejercicio del régimen de cuidado personal compartido, requiere de un cambio cultural.