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Solicitan bono a trabajadores de la educación en reconocimiento por labor desarrollada en pandemia

La petición de la Cámara solicita un aporte directo para quienes se desempeñan en todos los niveles educativos y que han realizado enormes esfuerzos personales, económicos, laborales y profesionales durante la pandemia de Covid-19.

Salón de clases

La Sala de la Cámara aprobó la resolución 1.273, por 125 votos a favor, uno en contra y siete abstenciones, de la bancada PPD, que solicita al Presidente de la República el otorgamiento de un aporte directo o bono compensatorio a las y los trabajadores de la educación, por los inmensos esfuerzos personales, económicos, laborales y profesionales que han debido afrontar y desarrollar durante la pandemia del Covid-19.

Para lo anterior, se propone que, en reconocimiento de su abnegada labor de orientación, de contención, de apoyo emocional, humano y material a los niños, alumnos, padres y familias durante la pandemia, se otorgue el bono a trabajadores/as de salas cunas, jardines infantiles, educación preescolar, básica, media y superior.

Entre los mencionados en el documentos se indican profesores/as, asistentes de la educación, profesionales, técnicos y auxiliares, incluidas las manipuladoras de alimentos, pertenecientes al sector público, particular subvencionado y privado, para, además, estimular la tarea futura de reconstruir la educación.

El texto señala que la detención de actividades presenciales en la educación, para evitar la propagación del virus y proteger a niños, estudiantes y personal de los distintos estamentos educacionales, trajo consigo que los establecimientos debieran reconvertir sus actividades y seguir impartiendo educación, para lo cual muy pocos estaban preparados, porque ello implicaba uso de tecnologías que permitieran impartir clases a distancia.

En dicho escenario, los profesores y profesoras, profesionales y técnicos, así como el personal auxiliar de las diversas escuelas y liceos y de las aulas de la educación superior, debieron comenzar a crear nuevas metodologías de educación a distancia, adaptar materiales educativos, conseguir programas para encuentros colectivos, mejorar la conectividad desde sus lugares de transmisión, adaptar su hogar para impartir las clases virtuales, aprender a editar PDF u otras alternativas de presentación y, en algunos casos, invertir en nuevos equipos.

Además, debieron prestar los servicios de atención de alimentación, apoyar y contener los temores, incertidumbres, dificultades y angustias propias de la situación imprevista y extraordinaria que se vivía. Todo ello, sin experiencia previa, con graves problemas de recursos e infraestructura, carencias graves en la conectividad, elevadas necesidades en los sectores de mayor densidad poblacional y con privaciones muy grandes en los sectores de bajos ingresos.

Los/as parlamentarios/as agregan que muchas de las actividades y carencias se suplieron por cuenta propia o con apoyo de redes solidarias creadas entre los mismos trabajadores, labores que debieron coordinar con las actividades del hogar, como acompañar a sus hijos, que también estudian de manera virtual.

Asimismo, el personal educativo ha debido establecer mecanismos de comunicación con sus estudiantes, para hacerles llegar los insumos necesarios para que realicen sus actividades educativas, hacer contención y dar apoyo a la comunidad educativa y a las familias.

Igualmente, en caso de cursos numerosos y para que se produzca una buena interacción con los alumnos, han dividido el grupo y han repetido, más de una vez, las actividades. Por otra parte, tienen que responder consultas de padres o apoderados que interrumpen las clases virtuales, pese a que se mantienen reuniones de apoderados.

El documento resalta que este gran esfuerzo, que no solo ha significado más trabajo, sino que también riesgos de enfermedades profesionales por el gran tiempo que deben estar expuestos a las pantallas y por tendinitis, cefaleas y dolores articulares.

El texto también remarca que todas las labores que han realizado han sido con escaso apoyo del Ministerio de Educación, que ha flexibilizado temas curriculares, pero no ha entregado capacitación, softwares, ni suficiente ayuda económica extraordinaria para que los profesores y trabajadores de la educación pudieran enfrentar el desafío de mantener el año escolar en condiciones de pandemia.

Los/as autores/as de la propuesta son los/as diputados/as independiente Raúl Soto (IND) y PPD Rodrigo González, Tucapel Jiménez, Cristina Girardi, Loreto Carvajal, Ricardo Celis, Carolina Marzán, Andrea Parra.