El parlamentario criticó la fórmula propuesta por el Gobierno y acusó "discriminación arbitraria" hacia la mayor parte de los estudiantes vulnerables.
Como un “fracaso” calificó el diputado Jaime Bellolio (UDI) la fórmula del Gobierno, incluida en el Presupuesto del próximo año, para establecer la gratuidad en la educación superior en 2016, la que consideró como un sistema de becas que “no cumple con la promesa del Ejecutivo”.
Según indicó, mientras para las universidades pertenecientes al Consejo de Rectores no se contempla exigencia alguna, la glosa establece para las demás universidades una serie de requisitos, por lo que acusó “discriminación arbitraria”.
“¿Cómo es posible que les dé lo mismo las universidades del Consejo de Rectores, algunas de estas con tres años de acreditación, mientras que a las universidades privadas se les pide cuatro años de acreditación? Universidades de papel, como son las que se acaban de crear por ley (en O'Higgins y Aysén) y que hoy no tienen ningún tipo de acreditación, van a poder acceder a la gratuidad, pero universidades que tienen cuatro o cinco años de acreditación no van a poder acceder. Eso es completamente irracional”, acusó.
Respecto de los centros de formación técnica (CFT) e institutos profesionales (IP), el legislador dijo que la glosa respectiva del proyecto de presupuesto establece que deberán ser instituciones sin fines de lucro y tendrán que contar con acreditación institucional vigente.
Sobre el punto, Bellolio planteó que “al discriminar a la gran mayoría de los CFT e IP, dejaron fuera al 80% de los estudiantes vulnerables a lo largo de Chile". "Hay una cuestión insólita: más del 90% de los estudiantes beneficiados están en Santiago, Viña del Mar y Valparaíso. Y si, además le agregamos Concepción, llegamos al 97%. Es decir, sólo el 3% de los estudiantes beneficiados están repartidos a lo largo de Chile. ¿Cuál es la lógica del Ejecutivo? No es más que un gusto ideológico”, afirmó.
Consideró que lo que tiene que entender el Gobierno es que la gratuidad no es para las instituciones, sino para los estudiantes y sus familias; y sostuvo que, mientras el Gobierno insiste en que la fórmula propuesta no es una beca, sí lo es, porque está individualizada por estudiante.
Finalmente, Jaime Bellolio estimó que la fórmula para la gratuidad debería pasar criterios justos, como son la acreditación de las universidades, es decir, la calidad, y la vulnerabilidad de los estudiantes.
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