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Continúa análisis de proyecto que mejora persecución del narcotráfico y crimen organizado

La Comisión de Constitución escuchó a las representantes de la Fuindación Daya y de Mamá Cultiva, quienes se refirieron al consumo medicinal de cannabis, en el marco de la penalización que plantea el proyecto en consideración a la cantidad y no pureza de la droga.

Ana María Gazmuri

La Comisión de Constitución continuó con el debate del proyecto del ley que modifica diversos cuerpos legales con el objeto de mejorar la persecución del narcotráfico y crimen organizado, regular el destino de los bienes incautados y fortalecer las instituciones de rehabilitación y reinserción social (boletín 13.588).

En la sesión expusieron el director del Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol, Senda, Carlos Charme; el asesor legislativo del Ministerio del Interior, Ilan Motles, la directora ejecutiva de la Fundación Daya, Ana María Gazmuri, junto a la coordinadora de investigación, Nicole Halcartegara, además de la presidenta de Mamá Cultiva, Paulina Bobadilla.

La idea matriz de la normativa presentada por el Ejecutivo es disponer una serie de medidas para combatir el narcotráfico, aplicando la ley en contra de quienes conforman estas organizaciones delictivas, colocando especial acento en acciones destinadas a limitar su capacidad económica, a congelar su patrimonio, facilitar la incautación y enajenación de los bienes y modificar el criterio de “calidad o pureza” que actualmente deja en impunidad a un sinnúmero de imputados.

En primer término, Ana María Gazmurí se refirió al artículo 4 del proyecto de ley, donde se pretende agregar que las cantidades para tratamiento médico deben ser insignificantes.

“De ninguna manera se puede considerar que los usuarios medicinales o personales tienen satisfecha su necesidad con cantidades insignificantes, debido a las frecuentes dosis que deben ingerir para menguar el dolor”, señaló.

Senda

El director del Senda, Carlos Charme, indicó que, según sus registros, hay un aumento en el consumo de marihuana entre niños y adolescentes, por ello es urgente dictar nuevas medidas que frenen este flagelo. Añadió que, hoy en día, se han atendido en los centros de Senda más de ocho mil personas por concepto de consumo de marihuana, siendo un 70% niños y adolescentes consumidores activos.

Además, argumentó, respecto al uso medicinal de cannabis, que “no existe evidencia científica que lo avale y, aunque en algunos países han legalizado el consumo de marihuana, como Uruguay,  después de aprobarlo se han presentado nocivos efectos en la población de aumento exponencial en uso de niños y adolescentes”.

El presidente de la instancia legislativa, diputado Matías Walker (DC) sostuvo que “el contenido del proyecto que se propone, utiliza parámetros que son muy subjetivos. Un parámetro objetivo, para que las policías puedan distinguir cuando está en presencia de consumo o de narcotráfico, es lo que se debe definir”, señaló.

Finalmente, la presidenta de Mamá Cultiva, Paulina Bobadilla, señaló que las familias que llegaron a la cannabis medicinal no fue de forma antojadiza, sino porque recurrieron a la ciencia y no encontraron una respuesta. Agregó que son más de ocho mil madres que tienen niños con diferentes diagnósticos, enfermedades como cáncer, epilepsia refractaria, parálisis cerebral entre otras, que necesitan, de manera frecuente, el uso medicinal de la cannabis.

“Estamos desahuciadas por el sistema de salud y no queremos ser acusadas como narcotraficantes. Frente a los estatus compulsivos de nuestros hijos, el cannabis es un alivio para ellos y para toda la familia. No estamos pidiendo recursos del Estado, solo necesitamos que dejen de perseguir a las familias cultivadoras”, puntualizó.

La Comisión de Constitución acordó votar en particular este proyecto el próximo jueves, dadas la urgencia inmediata que tiene la iniciativa.